Los doctores no sabían qué hacer para ayudar a Charlotte Figi, de 5 años. Afectada por un extraño desorden genético, había sufrido hasta unos 300 ataques convulsivos en una semana, estaba confinada a una silla de ruedas, varias veces estuvo al borde de un ataque cardíaco y apenas podía hablar. Como último recursos su madre llamó a las tiendas donde se vende marihuana para usos terapéuticos. Dos años más tarde Charlotte casi está libre de convulsiones y puede hablar, caminar y alimentarse después tomar una infusión que combina aceite y una cepa
|
etiquetas: marihuana , medicinal , convulsiones