Hace 6 años | Por --173287-- a outono.net
Publicado hace 6 años por --173287-- a outono.net

El responsable de la biblioteca no se anduvo con rodeos: “les comunico que he recibido instrucciones por parte de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, de quien depende la Biblioteca Pública, en el sentido de no permitir una presentación unilateral del libro, por lo que el acto previsto para mañana día 4 quedaría suspendido.” El consejero de Educación es el socialista Ángel Felpeto Enriquez, antiguo vicealcalde de Toledo. Un político es el que decide quién puede ejercer su libertad de expresión. Y lo reconocen sin tapujos.

Comentarios

ayatolah

En aras de la pluralidad, cada mitin del PSOE en en un espacio público, deberá contener partes en las que intervendrán miembrosdel PP, de Podemos y de Ciudadanos. Los 4 a partes iguales.
Todo sea por la pluralidad.

chorche77

Por la forma en la que se expresa el director de la biblioteca me da que no está muy de acuerdo con esa decisión. Parece que se ha limitado a cumplir con las órdenes y dejar expuesto al consejero. No se si habría que meter a todos en el mismo saco.

Edito: pues parece ser que me equivoco, el bibliotecario se ha mojado en contra del libro.

D

Que les demandé.

manifa33

Me parece bien que se prohíban conciertos de extrema izquierda en los que se ensalza el terrorismo. Me parece bien también que no se cedan espacios públicos a las extrema derecha en los que de fomenta la LGBTfobia.

D

#5 ¿La libertad de expresión solo para los de extremo centro?

D

#6 ¿No tendrías problema en permitir un mitin donde se promoviese expresamente la violencia?

D

#8 ¿Como,por ejemplo, un partido de fútbol?

D

#9 Un mitín he dicho. ¿No tendrías problema en permitir un mitin donde se promoviese expresamente la violencia? ¿O es que prefieres no responder?

D

#11 La violencia tiene muchas aristas. Quien suele promover la violencia es el Estado,quien tiene el monopolio del uso de la violencia legítima.

D

#11 A propósito...¿Como se acaba con una dictadura?¿Hablando?¿Haciendo mítines no violentos?

D

#13 Esperando a que palme el dictador es una fórmula que no ha dado malos resultados. Y vista la ineficacia de los que "lucharon abiertamente y de forma activa" en los 40 años de franquismo... ésta al menos resultó eficaz. Lastimosamente

D

#8 "Del agua mansa me libre Dios,que de la recia ya me libro yo"

D

#5 Creo que confundes términos.

Las opiniones discrepantes de la corriente actual sobre el colectivo LGTB no suelen (digo suelen, porque de todo hay) incluir el odio hacia el colectivo. De hecho, por poner un caso cercano, el juez madrileño que inmovilizó el autobus naranja, dejó claro que NO había delito de odio.

Desde ese punto de vista, discrepar no es odiar. No estar de acuerdo con el tipo de enseñanza (con la ética y moral que hay tras ella) en el asunto de la ideología de género, en escolares de primaria, NO es odio, sino simplemente discrepancia.

Hasta donde he visto, no hay mensaje de "eliminad a los maricones" o "discriminad a los travelos" y cosas así. Hasta donde he visto, la mayoría de los mensajes son del tipo "no quiero que a mi hijo se le dé como verdad absoluta que el género es independiente del sexo y además, autoelegido". Algo con lo que se puede estar o no de acuerdo (yo lo estoy) pero que desde luego no incita al odio. O al menos, desde una postura de sentido común.

Sentirse ofendido es libre.

Sin embargo, cuando un grupo dice "hay que matar picoletos".... puede entenderse como una simple canción (yo lo hago) de un grupo de postureos más o menos implicados... o puede entenderse como una orden explícita de matar. Lo que sí fomenta algo incluso más peligroso que el odio.

Dicho esto.... para mí la libertad de expresión es un derecho absoluto inalienable, muy por encima del derecho a sentirse ofendido.

D

De la reseña, en Amazon, del libro:

La primera parte desarrolla el origen, la expansión y la relación con los lobbies homosexualistas de este constructo social, así como la imposición a las mujeres de un modelo masculinizado que las niega como tales y desprecia sus deseos, comportamientos, gustos percepciones y capacidades; en definitiva, cuanto de diferente y valioso tiene la identidad femenina.

La segunda parte desarrolla las ramificaciones de la ideología de género: la persecución de la masculinidad, las técnicas de manipulación utilizadas para implantarse, sus formas de financiación, las legislaciones que impone, el adoctrinamiento a los menores y sus implicaciones en la sociedad y la familia.

Es, pues, un libro que pone al descubierto la silenciosa infiltración de esta ideología reduccionista en nuestra vida y entorno.