(...) En ese marco de desafección, la ultraderecha promete recuperar control. No importa de qué: de las fronteras, del lenguaje, de las calles, de los símbolos. Lo importante es ofrecer una dirección, aunque sea falsa, y una culpa externa, aunque sea ficticia. Como escribió Levitsky, en contextos de polarización afectiva y crisis de representación, los “outsiders” autoritarios presentan una alternativa emocionalmente atractiva a instituciones que parecen vacías. No ganan porque convencen, y castigan a un sistema que ha dejado de funcionar.
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Son infalibles.
#12 Claro, la gente vota a Vox porque la izquierda no tiene autocrítica.
Escuchando la misma Méndez desde Jesús Gil.
A la gente le da igual los derechos Quer, de los transexuales o de los musulmanes, sus problemas son otros.
P.D. Esa gente es así, la mayoría, porque quiere, no porque lo sean realmente.
Pero la respuesta es que la izquierda ya no propone soluciones al ciudadano medio.
Madrid que si le quitas el efecto capital se queda en nada, Madrid que en 15 será prácticamente inhabitable
Jajajajajajajajajajajajaja
No. La censura solamente puede servir para proteger alguna mentira.
O la posición de los progres en el feminismo, que consiste en discriminar a los hombres.
Es que es impresentable. A nadie le debe extrañar que se vote en contra de algo así.
A ver si va a ser eso.
Porque se dejó atado y bien atado.
Porque los que la apoyan, no han perdido lo que perdieron aquellos.
La democracia es una cuestión de mayoría, numérica, sin ponderar,