No despiste, Honorable Conseller Espadaler, hablamos de una acusación de malos tratos graves, encarnizados e injustificados a un ciudadano que no mostró en ningún momento intención de agredir a nadie, y menos un grupo de agentes de los Mossos. Y, más grave aún, la sospecha de que esto no es un hecho aislado, sino que sea uno más de unos abusos que quizás son habituales y que tal vez sólo de vez en cuando, por casualidad, salen a la luz. Relacionada El periodista Bertran Cazorla queda en libertad tras ser detenido por los mossos [CAT]
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Consejero Espadaler, no despiste: ¿qué pasa en la comisaría de Ciutat Vella?
Si cree que no hay que investigar nada, demuestre esto:
Publique inmediatamente todas las grabaciones disponibles de mi paso por aquel centro
Animo a los agentes a hacerse voluntariamente, si aún están a tiempo, pruebas de orina y cabello para dejar claro que iban tan serenos como yo he demostrado que iba
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Si, honorable consejero Espadaler, una verdad sí dice: ya he tenido "algún tipo de incidente similar" con Mossos y con la Guardia Urbana. Son consecuencias de actuar según lo que en Alemania llaman ' coraje civil ', estudian en las facultades de criminología, fomentan los cuerpos de policía, enseñan en las escuelas y publicitan incluso en el metro de Berlín. Como responsable del orden público le puede interesar este concepto. Diametralmente opuesto al de 'civismo', que basa la garantía de la paz social en la criminalizar ajena, el 'coraje civil' garantiza el orden empoderando al individuo para que, ante abusos, no mire hacia una Por otra parte y preste atención para ver si puede hacer nada para evitarlos. Y, especialmente, si son uniformados.
Exactamente, tras la huelga formulación "algunos tipos de incidente" se esconden dos problemas. Primero, un problema con un mosso de paisano. El jovencísimo agente consideró oportuno increpó me de mala manera cuando, viajando en metro en mayo del 2011, me encontré con que un grupo de jóvenes habían causado un alboroto tan fuerte en la estación de Bellvitge que había sido necesario detener la circulación de convoyes en la línea 3 del metro. Reaccioné como suelo hacer cuando, ejerciendo mi profesión (me dirigía en metro a cubrir un acto de la campaña a las elecciones municipales), me encuentro con este tipo de noticias inesperadas: sacar la cámara y ponerme a hacer unas fotos que serví al medio donde trabajaba entonces, la ACN, y que luego publicaron varios canales. Cabe decir que en ningún caso las fotos mostraban ninguna actuación policial reprobable, sino al contrario: mostraban cómo los agentes intervenían correctamente en un alboroto para restablecer la circulación del metro. A pesar de todo, el alterado mozo debía tener ganas de pelea: de nada sirvió que le mostrara mi acreditación: tuve que pagar una falta con una multa. Por cierto, que le conste esto ahora usted es ilegal: el pago de la sanción implicaba la eliminación de este antecedente de mi historial policial.
El segundo problema lo tuve cuando, hace unos meses, alertar con el claxon de mi coche a un vehículo patrulla de la Guardia Urbana de Barcelona que se estaba saltando un semáforo en rojo en plena avenida del Paralelo sin señalizar ni con luces ni con sirenas que tenían una emergencia. Resultado: pegada con ambos agentes, registro de mi cuerpo, de mi coche, prueba de alcoholemia (0.0 obviamente), sanción (atención) por vulnerar la ordenanza de civismo haciendo ruido con el claxon (sic) y denuncia judicial por atentado . Contra el coraje civil ciudadano, piel fina uniformada, diría yo. No quería hacer públicos estos penosos comportamientos de estos tres agentes, pero, consejero, ya que los ha mencionado, quería aclarar ponerlo para que quede más tranquilo: no voy a Kennedy. *
Pero bueno, consejero Espadaler, aclarado esto, hay que decir que todos hemos tenido alguna vez algún resbalón. Usted seguro que lo puede entender, militante como es de Unión Democrática de Cataluña. O sea que no despiste, que aquí no hablamos de mi humilde historial, sino de un caso muy determinado de una acusación de malos tratos graves, encarnizados, repetidos e injustificados a un ciudadano que no mostró en ningún momento intención de agredir a nadie , y menos un grupo de agentes de los Mossos. Y, más grave aún, la sospecha de que esto no sea un hecho aislado, sino que sea uno más de unos abusos que quizás son habituales y que tal vez sólo de vez en cuando, por casualidad o mala vista de los agentes, afectan a una persona con la suficiente fortaleza psíquica y red de apoyos como para hacerlos públicos. Ya pasó con el caso de Yuri Sarran, negro y por tanto blanco ideal para unos agentes que me he encontrado demasiado a menudo que expresan ideas racistas ... pero mira por donde hijo de diplomático . Y puede haber pasado en mi caso de nuevo, un joven que pasea bien entrada la madrugada por una zona de ocio con otros jóvenes que usted, si es estrecho de miras, tildaría de estética antisistema ... pero mira por donde periodista.
Esta sospecha de malos tratos, y no mi terrible pasado de terrorista armado, es lo que preocupa. En este caso estoy inhabilitado para ejercer como tal, pero como soy periodista y estoy acostumbrado, le formulo una batería de preguntas que, a diferencia de mis anécdotas, sí importan:
a) ¿Cómo se garantiza el respeto a los derechos fundamentales de un detenido si el jefe de turno de los calabozos de la comisaría de Les Corts ignora las denuncias que éste puede hacer cuando es trasladado?
b) El jefe de turno no abrió ninguna investigación; usted tampoco lo piensa hacer: asume las responsabilidades políticas de una negligencia en principio administrativa?
c) Si tan convencido está de que todo fue correcto, puede hacer el favor de publicar inmediatamente las grabaciones de la comisaría?
d) Hay grabaciones del perímetro de la comisaría? Se puede observar si entro en la comisaría libremente y amablemente invitado por los policías, como aseguran los Mossos, o cargado por un agente? Puede hacer públicas de manera inmediata las imágenes, por favor?
e) Hay imágenes de la sala de cacheos y del vestíbulo contiguo donde me golpearon? Las puede hacer públicas de manera inmediata, por favor?
f) Si no hay imágenes de la sala de cacheos y del vestíbulo contiguo, como es que no las hay? Quien asume la responsabilidad de la decisión de no gravar esos espacios tan sensibles?
g) ¿Por qué la única reacción del agente que encontró mi carné de prensa registrando-me la cartera fue un comentario despectivo hacia los medios en general, y no una cautela mayor al estar dirigiéndose a un informador?
h) ¿Por qué los Mossos no custodiar mis claves como posible prueba judicial si parece ser que con esta herramienta cometí un delito de lesiones a un agente de la autoridad por el que me pueden condenar a penas de cárcel?
e) ¿Quién tiene la responsabilidad de esta negligencia?
j) ¿Por qué los Mossos no me hicieron ninguna prueba de alcoholemia y sustancias estupefacientes, si tenían la sospecha (me la manifestaron a mí y difundirla públicamente) que iba "muy pasado de vueltas"? Tuvieron diez horas para hacerme la misma, y además tener la oportunidad: pedí que me hicieran un reconocimiento al CAP.
k) Está en disposición usted garantizar que los agentes también iban serenos?
l) Si pone la mano en el fuego que los agentes iban serenos, están estos dispuestos a someterse voluntariamente a una prueba de orina y de cabello (aunque serían a tiempo de demostrarlo, afán s y eliminará cualquier sombra de duda)?
m) Hay más denuncias similares en la comisaría de Ciutat Vella?
n) Por qué tiene mala fama esta comisaría? Garantiza que no pasa nada anormal?
o) Garantiza que mi caso es un hecho puntual?
p) Y que también son hechos puntuales los otros 117 casos de torturas o malos tratos protagonizados supuestamente por Mossos recogidos en el informe anual de la Coordinadora de Prevención y Denuncia de la Tortura ? Como explica que los Mossos sean el segundo cuerpo policial que acumula un mayor número de estos casos puntuales, sólo por detrás de la policía española, y por delante de la Guardia Civil, la Ertzaintza y todas las policías locales del Estado juntas ?
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*) A mi terrible historial aún podemos sumar una imputación de un delito de daños a raíz de una protesta que hizo un grupo de Bomberos de la Generalidad en el peaje de Martorell uno de los primeros días de agosto del 2012. Para protestar contra los recortes, decidieron abrir a la fuerza las barreras del peaje e invitar a los conductores a hacer un 'no quiero pagar'. El diligente gerente de la concesionaria de ese tramo de autopista, en nombre de Abertis, apuntó las matrículas de todos los vehículos parados en la zona durante la protesta y las adjuntó a la denuncia que presentó ante el juez. Incluida la de mi coche, especificando que se trataba de un vehículo "correspondiente a un medio de comunicación presente en el lugar de los hechos". A pesar de esta especificación, un brillante juez me citó a declarar ... como imputado. Obviamente, la causa fue archivada muy poco después.
Aun habiendo añadido una traducción, yo avisaría del idioma en el titular.