A las bolas, espumillones, luces, belenes, turrones, mazapanes y panderetas les está llegando la hora. Cuando suenen los villancicos, a muchos madrileños les subirá la denominada «fiebre navideña» y comenzarán a comprar de forma compulsiva esos pequeños objetos de lujo o de capricho sin los que la Navidad no sería lo mismo.
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