El caso de Anne Germain es el más famoso pero ni mucho menos el único. Basta enceder el televisor a determinadas horas (ya casi a cualquiera), abrir las páginas de anuncios clasificados de los periódicos o darse un paseo junto al estanque del madrileño parque del Retiro, para intuir el tamaño del fraude al que nos enfrentamos.
Yo no opino que sea un fraude, ni mucho menos. Aquí hacen falta dos partes: el tonto que se deja engañar y el listo que se aprovecha. Y eso no es fraude.
Una amiga mia echa las cartas, digo echa porque sabe hacerlo aunque ni trabaje en ello ni cobre nada, ni siquiera la voluntad, lo hace solo para echar una mano a todos los amigos que nos sentimos a veces preocupados o nerviosos por algún tema, esta amiga hace una mejor labor, sin pedir nada a cambio, de la que hace la iglesia, esa que cada mes se lleva más de 11 millones de euros, nunca confirma el tiempo que va a tardar en suceder lo que dice, porque según ella los mensajes le llegan de un lugar donde el tiempo no existe, pero rara es la vez que cuando dice que algo va a suceder, se equivoque.
Todo esto viene a que, al menos para mí, son mucho peores las religiones y sin embargo estan mucho mejor valoradas por casi todo el mundo.
Recuerdo la película El charlatán, de Steve Martin (reconozco que me gusta, pero soy consciente que mucha gente no soporta a éste hombre. Si eres de ese grupo, vence tu asco para hacer una excepción: la cinta vale la pena). El actor, encarnando a Jonás Nightngale y sus Ángeles Misericordiosos, llega a un pequeño pueblo a montar su espectáculo... supuestamente, misas, pero en realidad, shows asombrosos de luces y supuestos milagros. La cinta nos muestra cómo, a través de compinches, enlaces, micrófonos... el supuesto sanador-iluminado-omnisciente Jonás, sólo es un cínico que se sirve de la esperanza y las ganas que todos tenemos de creer y de que alguien nos cuide, para llevar a cabo su negocio.
El sherif del pueblo, intenta abrir los ojos a la gente, pero estos prefieren creer, porque las mentiras que Jonás les cuenta, son más bonitas que la realidad. Una de las compañeras del pastor-showman, disculpándole ante el sherif, le dice que Jonás no estafa a nadie... "sólo está vendiendo cuentos de hadas a un colectivo de gente que se lo agradece".
No estoy en absoluto a favor de engañar a nadie, de estafar a ancianos haciéndoles creer que pueden hablar con sus familiares muertos, o aprovecharse de la fe de nadie para sacarles dinero... yo sé que es una mentira, todos sabemos que es una mentira... pero he visto a mujeres dar las gracias a echadoras de cartas y besarles la cara a punto de llorar, y marcharse con una encantadora sonrisa en los labios, y he pensado que le había vendido algo que ella quería recibir: esperanza. Es cierto que es mentira, pero... pero la hizo tan feliz esa mentira, que a veces, me lo cuestiono.
que cobren y hagan la pantomima de que se estan enterando de algo que solo ell@s sabian, me parece repugnante. por lo que parece el unico que le vio la cara a la tan "vidente" esa fue santiago segura, pues no le acerto ni una, el resto me parecen todos unos sinvergüenzas que por dinero hacen lo que sea necesario.
Comentarios
Joer, había leído "la puta del iceberg"...
Duplicada: Ni Anne Germain ni ningún otro médium ha hablado nunca con un muerto: son unos timadores
Ni Anne Germain ni ningún otro médium ha hablado n...
blogs.elcorreo.comsi llamamos gran estafa a esto,lo del vaticano no se como lo vamos a llamar.
¿#6 Estafón o la madre de todas las estafas?
nada
Yo no opino que sea un fraude, ni mucho menos. Aquí hacen falta dos partes: el tonto que se deja engañar y el listo que se aprovecha. Y eso no es fraude.
También hay mucha gente que va a misa a ver si el Señor los ilumina y muestra el camino. Mucha gente de la que dependemos (por desgracia)
#1 Y nuestro querido ministerio de sanidad tiene una sección para la asociación de homeopatía... en este mundo hay de todo
#1 http://www.elsemanaldigital.com/blog.asp?idarticulo=124618&cod_aut=
Otra forma de sacar partido
siempre pensé que esa persona debería estar en prisión. Y si no ella quien intenta beneficiarse del engaño.
Una amiga mia echa las cartas, digo echa porque sabe hacerlo aunque ni trabaje en ello ni cobre nada, ni siquiera la voluntad, lo hace solo para echar una mano a todos los amigos que nos sentimos a veces preocupados o nerviosos por algún tema, esta amiga hace una mejor labor, sin pedir nada a cambio, de la que hace la iglesia, esa que cada mes se lleva más de 11 millones de euros, nunca confirma el tiempo que va a tardar en suceder lo que dice, porque según ella los mensajes le llegan de un lugar donde el tiempo no existe, pero rara es la vez que cuando dice que algo va a suceder, se equivoque.
Todo esto viene a que, al menos para mí, son mucho peores las religiones y sin embargo estan mucho mejor valoradas por casi todo el mundo.
Recuerdo la película El charlatán, de Steve Martin (reconozco que me gusta, pero soy consciente que mucha gente no soporta a éste hombre. Si eres de ese grupo, vence tu asco para hacer una excepción: la cinta vale la pena). El actor, encarnando a Jonás Nightngale y sus Ángeles Misericordiosos, llega a un pequeño pueblo a montar su espectáculo... supuestamente, misas, pero en realidad, shows asombrosos de luces y supuestos milagros. La cinta nos muestra cómo, a través de compinches, enlaces, micrófonos... el supuesto sanador-iluminado-omnisciente Jonás, sólo es un cínico que se sirve de la esperanza y las ganas que todos tenemos de creer y de que alguien nos cuide, para llevar a cabo su negocio.
El sherif del pueblo, intenta abrir los ojos a la gente, pero estos prefieren creer, porque las mentiras que Jonás les cuenta, son más bonitas que la realidad. Una de las compañeras del pastor-showman, disculpándole ante el sherif, le dice que Jonás no estafa a nadie... "sólo está vendiendo cuentos de hadas a un colectivo de gente que se lo agradece".
No estoy en absoluto a favor de engañar a nadie, de estafar a ancianos haciéndoles creer que pueden hablar con sus familiares muertos, o aprovecharse de la fe de nadie para sacarles dinero... yo sé que es una mentira, todos sabemos que es una mentira... pero he visto a mujeres dar las gracias a echadoras de cartas y besarles la cara a punto de llorar, y marcharse con una encantadora sonrisa en los labios, y he pensado que le había vendido algo que ella quería recibir: esperanza. Es cierto que es mentira, pero... pero la hizo tan feliz esa mentira, que a veces, me lo cuestiono.
#5 La hizo feliz hasta que se dio cuenta de que esas esperanzas no se cumplían, por lo que se convirtió en una estafa.
Doble daño.
que cobren y hagan la pantomima de que se estan enterando de algo que solo ell@s sabian, me parece repugnante. por lo que parece el unico que le vio la cara a la tan "vidente" esa fue santiago segura, pues no le acerto ni una, el resto me parecen todos unos sinvergüenzas que por dinero hacen lo que sea necesario.