Si alguien decide por nosotros y nos limita la capacidad de desarrollo acabamos por entrar en conflicto. ¿Con quien? Con el Estado que nos obliga a pasar por esta situación y con la otra cuenca que obliga al Estado a sacar agua de aquí. ¿Puede llamarse la guerra? Si nos llaman guerreros por eso, está sumamente justificado. Tenemos que defendernos; nosotros vivimos del agua, nuestro futuro es el agua. Si es necesario entrar en guerra, entramos.
#1:
google translate: Francisco Pérez. "Si es necesario entrar en guerra, entramos"
El Presidente de la Asociación de municipios ribereños del Tajo critica la política hidrológica del gobierno español acusando de "destruir un río casi completamente"
Francisco Pérez Torrecilla es presidente de la Cámara de Sacedón, una tierra que perdió el 20% de la población en los últimos diez años debido a los problemas de agua en la denominada Cabeceira do Tajo, el conjunto de represas de Entrepeñas y Buendia que hoy se reducen a poco más de 9 % de su capacidad debido a las transvases de agua para el río Segura que alimenta la agricultura de regadío en el Levante español.
¿Desde cuándo se siente la falta de agua en Entrepeñas y Buendia?
Las represas de Entrepeñas y Buendia son de finales de los años 1950, con una diferencia de dos años entre una y otra. Los niveles siempre llegaron hasta el final de los años 1970, principio de los años 1980, en que se puso a funcionar el transvase Tejo-Segura y comenzó a haber fluctuaciones de nivel. En 1995, tuvimos un episodio de sequía mucho mayor que éste, estamos en camino de llegar al nivel de entonces, pero ese año fue impresionante. Ahora tenemos 231 hectáreas cúbicas almacenadas entre las dos (siempre hablamos en las dos juntas porque son un complejo) y en aquel año tuvimos 150. No es el peor momento de la historia de las represas, pero es uno de los peores. Teniendo en cuenta que estamos en el principio de la sequía, una sequía que puede durar algunos años más - esperemos que no - y ya las represas de la cabecera del Tajo están completamente vacías. Esta fotografía de 2011 [de Entrepeñas] sirve de ejemplo porque fue el último año en que las represas estuvieron con una capacidad aceptable - la media de las dos era del 52%. Desde entonces comenzaron a bajar hasta llegar a lo que tenemos hoy, que son el 9,3%.
¿Continúan haciéndose transvases de agua del Tajo para el Segura?
Hay una norma que no permite hacer transvases por debajo de los 368 kilómetros cúbicos, cantidad que se alcanzó en el mes de mayo, es decir, desde mayo de 2017 no hay transvases. Ahora, el curso normal del río tiene que continuar, no podemos cerrar las compuertas de las represas y de las represas y dejar el río seco, el río tiene que mantener su caudal. Tenemos que seguir escurriendo agua para que el río pueda seguir viviendo, aunque sea mal, porque se puede ver cómo está contaminado.
Dice que no hay trasvases desde mayo, pero la verdad es que se habla de un trasvase encubierto el viernes a las 20h (29 de septiembre).
Oficialmente no. Lo que hizo el gobierno fue disimularlo, llamándole cesión de derechos. Transvase es pasar el agua de un lugar a otro y eso es lo que se hizo, aunque llamen cesión de derechos o lo que sea. Se retiraron agua de Entrepeñas y Buendia, en estado de emergencia, para llevarla a otra cuenca, la del Segura.
¿Cuál es la justificación del gobierno para esta cesión?
Justifican diciendo que la normativa permite hacer cesiones, venta de agua entre propietarios de derechos. Me meten una serie de palabras técnicas para tratar de convencer que no fue un trasvase, sino sólo una cesión de derechos adquiridos por los agricultores de regadío de Estremera -que son agricultores de un poco más abajo en el Tajo- a los agricultores de regadío de Murcia, en el Levante . Para mí, esto es disimular la realidad. Seguramente la ley da cobertura al argumento usado por el Estado, pero al final se trata de un transvase. Y con las represas en estado de emergencia.
En el sur de España continúan pidiendo más trasvases y diciendo que el agua es de todos.
Es curioso que desde el Levante se intente convencer que el agua es de todos y quien más la usa son ellos. El agua es de todos, pero también es nuestra. ¿O sólo es de todos los del Levante? El agua es de todos y hay que repartirla, hace 38 años que repartimos agua, que somos solidarios con el Levante y ya transvocamos entre siete a ocho presas llenas de Entrepeñas y Buendia, más de 15 mil hectómetros cúbicos de agua. Si eso no es ser solidario, si eso no es repartir, si no es hacer justicia al principio de agua para todos, que nos expliquen entonces lo que es? Si lo que se está haciendo es impedir que se cubran las necesidades de una cuenca para cubrir las necesidades de otra, eso no es agua para todos.
¿Estamos ante una guerra de agua?
El momento que estamos atravesando es consecuencia de una mala gestión. Las guerras del agua o la guerra del agua entre el Tajo y el Segura son consecuencia de la mala gestión. Si el Estado gestionara bien los recursos no habría motivo para ello. El entendimiento es que la cuenca cedente tiene prioridad sobre la cuenca recetora y que se transvazan los excedentes, si eso no se cumple provocamos un conflicto, no es una guerra, pero es un conflicto. Hay alguien que decide que sobra agua al Tajo, lo que no es correcto, y que en el Segura hay una necesidad grande de agua, lo que tampoco es verdad. Si alguien decide por nosotros y nos limita la capacidad de desarrollo acabamos por entrar en conflicto. ¿Con quien? Con el Estado que nos obliga a pasar por esta situación y con la otra cuenca que obliga al Estado a sacar agua de aquí. ¿Puede llamarse la guerra? Si nos llaman guerreros por eso, está sumamente justificado. Tenemos que defendernos; nosotros vivimos del agua, nuestro futuro es el agua. Si es necesario entrar en guerra, entramos.
¿Qué están pensando hacer?
En esta comarca tenemos un problema serio hace 38 años y eso acaba por generar un cierto conformismo. En 38 años tuvimos muchos episodios como éste, de subidas y bajadas del Tajo y nunca se resolvió nada, sino que, al contrario, hemos quedado cada vez peor. Hay poca esperanza en la población de la zona de que haya alguna solución. Tal vez sea la naturaleza, al final, a ponerle un punto final. Ante lo que está ocurriendo en la actualidad, los políticos, que son quienes legislan, tendrán que tomar alguna decisión. Desde aquí casi nada podemos hacer. Somos pocos, esta es una zona bastante despoblada, los municipios son pequeños (tenemos 22 municipios alrededor de las represas y no llega a diez mil habitantes). Vamos a seguir protestando, reivindicar. Desde la Asociación de Municipios Ribeirinhos intentamos hacer llegar el problema a los políticos, sobre todo al parlamento; encomendamos algunos estudios a la universidad sobre las consecuencias socioeconómicas del transvase y iremos a Europa, si es necesario. No es muy bélico [risas], es hasta bastante razonable.
De un lado hay muchos, con mucha fuerza, y del otro, pocos y débiles?
El problema también es económico. Si aquí no hay agua, se perjudica directamente a diez mil personas, como máximo. Si no hay agua en el Levante, se perjudica muchas más. Pero si tenemos en cuenta que, además de perjudicar a diez mil personas, estamos destruyendo un río, estamos matando a poco y poco el río Tajo, hay que darle mayor consideración. Aquí sólo tenemos el agua de la lluvia, de la nieve para recuperar las represas. En el Levante, la tecnología de desalinización está muy avanzada. Ya no es tan caro, ni tan complicado, montar centrales de desalinización. Sin embargo, no se instalan. ¿Por qué? Porque los intereses políticos van, no justamente, pero lógicamente, hacia donde hay más votos. Hay también intereses económicos, el agua de aquí sale muy barata, casi gratis, y allí cuesta mucho más dinero, lo que quiere decir que alguien en el medio está haciendo negocio con el agua. Hemos logrado poco a lo largo de los años, pero estamos en el momento oportuno para lograr que al menos el transvase del Tajo-Segura deje de ser tan injusto como ha sido hasta ahora. Estamos en el momento oportuno porque las represas están casi vacías, la opinión pública está empezando a reaccionar porque estamos destruyendo un río casi por completo: el Tajo es un alcantarillado, desde Bolarque hacia abajo, es un auténtico alcantarillado. Cuando el río Jarama se une al Tajo es impresionante. Esto es el ejemplo más grande de lo que no se puede hacer con un río. Estamos en un punto de inflexión, a partir de aquí será preciso legislar de otra manera, no podemos seguir atacando un río como el Tajo. Además, también tenemos Europa que, de vez en cuando, nos da una mano. Europa ya ha aconsejado al Gobierno de España que cambie su política hídrica porque ha sido un fracaso. Todo esto juega a nuestro favor. Estamos en el principio del fin del transvase Tejo-Segura, tal como lo conocemos hasta ahora.
¿El gobierno español no está cumpliendo la directiva europea?
No, el caso del gobierno es impresionante, luego porque hace una vista gruesa al principio de que la cuenca cedente tiene preferencia en el uso del agua. La propia Unión Europea ha aconsejado al Gobierno español que aumente los caudales ecológicos. Si se establece a partir del Estado como límite mínimo del caudal ecológico seis metros cúbicos por segundo, que no es nada, y no se permite que suba por encima de ello, se cumple la normativa, sino una normativa hecha a la medida de su propia política, que nada tiene que ver con lo indicado por la UE. Europa ya nos tiró de las orejas porque no estamos cumpliendo con lo que se considera razonable. Nuestros planes hidrológicos son objeto de procesos ante los tribunales, nadie está de acuerdo con ellos, sobre todo los del Tajo, del Segura, del Júcar.
Imagino que ha leído el informe de Greenpeace sobre la sequía, en él se habla de que el 75% del territorio de España es una zona susceptible de desertificación, sin embargo, la política hídrica española sigue favoreciendo la agricultura de regadío en el sur de España.
Es imposible convertir un desierto en un huerto y eso es lo que se está intentando con el transvase Tejo-Segura y con el Pacto Nacional de Agua que se está mecanando desde Madrid, y digo maquinar porque se está imponiendo desde el ministerio una forma de " seguir haciendo política con el agua. Se busca interconectar más cuencas, siempre con la intención de lleva
google translate: Francisco Pérez. "Si es necesario entrar en guerra, entramos"
El Presidente de la Asociación de municipios ribereños del Tajo critica la política hidrológica del gobierno español acusando de "destruir un río casi completamente"
Francisco Pérez Torrecilla es presidente de la Cámara de Sacedón, una tierra que perdió el 20% de la población en los últimos diez años debido a los problemas de agua en la denominada Cabeceira do Tajo, el conjunto de represas de Entrepeñas y Buendia que hoy se reducen a poco más de 9 % de su capacidad debido a las transvases de agua para el río Segura que alimenta la agricultura de regadío en el Levante español.
¿Desde cuándo se siente la falta de agua en Entrepeñas y Buendia?
Las represas de Entrepeñas y Buendia son de finales de los años 1950, con una diferencia de dos años entre una y otra. Los niveles siempre llegaron hasta el final de los años 1970, principio de los años 1980, en que se puso a funcionar el transvase Tejo-Segura y comenzó a haber fluctuaciones de nivel. En 1995, tuvimos un episodio de sequía mucho mayor que éste, estamos en camino de llegar al nivel de entonces, pero ese año fue impresionante. Ahora tenemos 231 hectáreas cúbicas almacenadas entre las dos (siempre hablamos en las dos juntas porque son un complejo) y en aquel año tuvimos 150. No es el peor momento de la historia de las represas, pero es uno de los peores. Teniendo en cuenta que estamos en el principio de la sequía, una sequía que puede durar algunos años más - esperemos que no - y ya las represas de la cabecera del Tajo están completamente vacías. Esta fotografía de 2011 [de Entrepeñas] sirve de ejemplo porque fue el último año en que las represas estuvieron con una capacidad aceptable - la media de las dos era del 52%. Desde entonces comenzaron a bajar hasta llegar a lo que tenemos hoy, que son el 9,3%.
¿Continúan haciéndose transvases de agua del Tajo para el Segura?
Hay una norma que no permite hacer transvases por debajo de los 368 kilómetros cúbicos, cantidad que se alcanzó en el mes de mayo, es decir, desde mayo de 2017 no hay transvases. Ahora, el curso normal del río tiene que continuar, no podemos cerrar las compuertas de las represas y de las represas y dejar el río seco, el río tiene que mantener su caudal. Tenemos que seguir escurriendo agua para que el río pueda seguir viviendo, aunque sea mal, porque se puede ver cómo está contaminado.
Dice que no hay trasvases desde mayo, pero la verdad es que se habla de un trasvase encubierto el viernes a las 20h (29 de septiembre).
Oficialmente no. Lo que hizo el gobierno fue disimularlo, llamándole cesión de derechos. Transvase es pasar el agua de un lugar a otro y eso es lo que se hizo, aunque llamen cesión de derechos o lo que sea. Se retiraron agua de Entrepeñas y Buendia, en estado de emergencia, para llevarla a otra cuenca, la del Segura.
¿Cuál es la justificación del gobierno para esta cesión?
Justifican diciendo que la normativa permite hacer cesiones, venta de agua entre propietarios de derechos. Me meten una serie de palabras técnicas para tratar de convencer que no fue un trasvase, sino sólo una cesión de derechos adquiridos por los agricultores de regadío de Estremera -que son agricultores de un poco más abajo en el Tajo- a los agricultores de regadío de Murcia, en el Levante . Para mí, esto es disimular la realidad. Seguramente la ley da cobertura al argumento usado por el Estado, pero al final se trata de un transvase. Y con las represas en estado de emergencia.
En el sur de España continúan pidiendo más trasvases y diciendo que el agua es de todos.
Es curioso que desde el Levante se intente convencer que el agua es de todos y quien más la usa son ellos. El agua es de todos, pero también es nuestra. ¿O sólo es de todos los del Levante? El agua es de todos y hay que repartirla, hace 38 años que repartimos agua, que somos solidarios con el Levante y ya transvocamos entre siete a ocho presas llenas de Entrepeñas y Buendia, más de 15 mil hectómetros cúbicos de agua. Si eso no es ser solidario, si eso no es repartir, si no es hacer justicia al principio de agua para todos, que nos expliquen entonces lo que es? Si lo que se está haciendo es impedir que se cubran las necesidades de una cuenca para cubrir las necesidades de otra, eso no es agua para todos.
¿Estamos ante una guerra de agua?
El momento que estamos atravesando es consecuencia de una mala gestión. Las guerras del agua o la guerra del agua entre el Tajo y el Segura son consecuencia de la mala gestión. Si el Estado gestionara bien los recursos no habría motivo para ello. El entendimiento es que la cuenca cedente tiene prioridad sobre la cuenca recetora y que se transvazan los excedentes, si eso no se cumple provocamos un conflicto, no es una guerra, pero es un conflicto. Hay alguien que decide que sobra agua al Tajo, lo que no es correcto, y que en el Segura hay una necesidad grande de agua, lo que tampoco es verdad. Si alguien decide por nosotros y nos limita la capacidad de desarrollo acabamos por entrar en conflicto. ¿Con quien? Con el Estado que nos obliga a pasar por esta situación y con la otra cuenca que obliga al Estado a sacar agua de aquí. ¿Puede llamarse la guerra? Si nos llaman guerreros por eso, está sumamente justificado. Tenemos que defendernos; nosotros vivimos del agua, nuestro futuro es el agua. Si es necesario entrar en guerra, entramos.
¿Qué están pensando hacer?
En esta comarca tenemos un problema serio hace 38 años y eso acaba por generar un cierto conformismo. En 38 años tuvimos muchos episodios como éste, de subidas y bajadas del Tajo y nunca se resolvió nada, sino que, al contrario, hemos quedado cada vez peor. Hay poca esperanza en la población de la zona de que haya alguna solución. Tal vez sea la naturaleza, al final, a ponerle un punto final. Ante lo que está ocurriendo en la actualidad, los políticos, que son quienes legislan, tendrán que tomar alguna decisión. Desde aquí casi nada podemos hacer. Somos pocos, esta es una zona bastante despoblada, los municipios son pequeños (tenemos 22 municipios alrededor de las represas y no llega a diez mil habitantes). Vamos a seguir protestando, reivindicar. Desde la Asociación de Municipios Ribeirinhos intentamos hacer llegar el problema a los políticos, sobre todo al parlamento; encomendamos algunos estudios a la universidad sobre las consecuencias socioeconómicas del transvase y iremos a Europa, si es necesario. No es muy bélico [risas], es hasta bastante razonable.
De un lado hay muchos, con mucha fuerza, y del otro, pocos y débiles?
El problema también es económico. Si aquí no hay agua, se perjudica directamente a diez mil personas, como máximo. Si no hay agua en el Levante, se perjudica muchas más. Pero si tenemos en cuenta que, además de perjudicar a diez mil personas, estamos destruyendo un río, estamos matando a poco y poco el río Tajo, hay que darle mayor consideración. Aquí sólo tenemos el agua de la lluvia, de la nieve para recuperar las represas. En el Levante, la tecnología de desalinización está muy avanzada. Ya no es tan caro, ni tan complicado, montar centrales de desalinización. Sin embargo, no se instalan. ¿Por qué? Porque los intereses políticos van, no justamente, pero lógicamente, hacia donde hay más votos. Hay también intereses económicos, el agua de aquí sale muy barata, casi gratis, y allí cuesta mucho más dinero, lo que quiere decir que alguien en el medio está haciendo negocio con el agua. Hemos logrado poco a lo largo de los años, pero estamos en el momento oportuno para lograr que al menos el transvase del Tajo-Segura deje de ser tan injusto como ha sido hasta ahora. Estamos en el momento oportuno porque las represas están casi vacías, la opinión pública está empezando a reaccionar porque estamos destruyendo un río casi por completo: el Tajo es un alcantarillado, desde Bolarque hacia abajo, es un auténtico alcantarillado. Cuando el río Jarama se une al Tajo es impresionante. Esto es el ejemplo más grande de lo que no se puede hacer con un río. Estamos en un punto de inflexión, a partir de aquí será preciso legislar de otra manera, no podemos seguir atacando un río como el Tajo. Además, también tenemos Europa que, de vez en cuando, nos da una mano. Europa ya ha aconsejado al Gobierno de España que cambie su política hídrica porque ha sido un fracaso. Todo esto juega a nuestro favor. Estamos en el principio del fin del transvase Tejo-Segura, tal como lo conocemos hasta ahora.
¿El gobierno español no está cumpliendo la directiva europea?
No, el caso del gobierno es impresionante, luego porque hace una vista gruesa al principio de que la cuenca cedente tiene preferencia en el uso del agua. La propia Unión Europea ha aconsejado al Gobierno español que aumente los caudales ecológicos. Si se establece a partir del Estado como límite mínimo del caudal ecológico seis metros cúbicos por segundo, que no es nada, y no se permite que suba por encima de ello, se cumple la normativa, sino una normativa hecha a la medida de su propia política, que nada tiene que ver con lo indicado por la UE. Europa ya nos tiró de las orejas porque no estamos cumpliendo con lo que se considera razonable. Nuestros planes hidrológicos son objeto de procesos ante los tribunales, nadie está de acuerdo con ellos, sobre todo los del Tajo, del Segura, del Júcar.
Imagino que ha leído el informe de Greenpeace sobre la sequía, en él se habla de que el 75% del territorio de España es una zona susceptible de desertificación, sin embargo, la política hídrica española sigue favoreciendo la agricultura de regadío en el sur de España.
Es imposible convertir un desierto en un huerto y eso es lo que se está intentando con el transvase Tejo-Segura y con el Pacto Nacional de Agua que se está mecanando desde Madrid, y digo maquinar porque se está imponiendo desde el ministerio una forma de " seguir haciendo política con el agua. Se busca interconectar más cuencas, siempre con la intención de lleva
Si tuviéramos un par de luces todos haríamos la guerra al Gobierno de Rajoy. O a cualquier otro. Es tremendamente evidente que esta gentuza no hace más que llevarnos a la catástrofe. El gobiernos es nuestro enemigo. Los políticos nuestra desgracia.
Comentarios
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Francisco Pérez. "Si es necesario entrar en guerra, entramos"
El Presidente de la Asociación de municipios ribereños del Tajo critica la política hidrológica del gobierno español acusando de "destruir un río casi completamente"
Francisco Pérez Torrecilla es presidente de la Cámara de Sacedón, una tierra que perdió el 20% de la población en los últimos diez años debido a los problemas de agua en la denominada Cabeceira do Tajo, el conjunto de represas de Entrepeñas y Buendia que hoy se reducen a poco más de 9 % de su capacidad debido a las transvases de agua para el río Segura que alimenta la agricultura de regadío en el Levante español.
¿Desde cuándo se siente la falta de agua en Entrepeñas y Buendia?
Las represas de Entrepeñas y Buendia son de finales de los años 1950, con una diferencia de dos años entre una y otra. Los niveles siempre llegaron hasta el final de los años 1970, principio de los años 1980, en que se puso a funcionar el transvase Tejo-Segura y comenzó a haber fluctuaciones de nivel. En 1995, tuvimos un episodio de sequía mucho mayor que éste, estamos en camino de llegar al nivel de entonces, pero ese año fue impresionante. Ahora tenemos 231 hectáreas cúbicas almacenadas entre las dos (siempre hablamos en las dos juntas porque son un complejo) y en aquel año tuvimos 150. No es el peor momento de la historia de las represas, pero es uno de los peores. Teniendo en cuenta que estamos en el principio de la sequía, una sequía que puede durar algunos años más - esperemos que no - y ya las represas de la cabecera del Tajo están completamente vacías. Esta fotografía de 2011 [de Entrepeñas] sirve de ejemplo porque fue el último año en que las represas estuvieron con una capacidad aceptable - la media de las dos era del 52%. Desde entonces comenzaron a bajar hasta llegar a lo que tenemos hoy, que son el 9,3%.
¿Continúan haciéndose transvases de agua del Tajo para el Segura?
Hay una norma que no permite hacer transvases por debajo de los 368 kilómetros cúbicos, cantidad que se alcanzó en el mes de mayo, es decir, desde mayo de 2017 no hay transvases. Ahora, el curso normal del río tiene que continuar, no podemos cerrar las compuertas de las represas y de las represas y dejar el río seco, el río tiene que mantener su caudal. Tenemos que seguir escurriendo agua para que el río pueda seguir viviendo, aunque sea mal, porque se puede ver cómo está contaminado.
Dice que no hay trasvases desde mayo, pero la verdad es que se habla de un trasvase encubierto el viernes a las 20h (29 de septiembre).
Oficialmente no. Lo que hizo el gobierno fue disimularlo, llamándole cesión de derechos. Transvase es pasar el agua de un lugar a otro y eso es lo que se hizo, aunque llamen cesión de derechos o lo que sea. Se retiraron agua de Entrepeñas y Buendia, en estado de emergencia, para llevarla a otra cuenca, la del Segura.
¿Cuál es la justificación del gobierno para esta cesión?
Justifican diciendo que la normativa permite hacer cesiones, venta de agua entre propietarios de derechos. Me meten una serie de palabras técnicas para tratar de convencer que no fue un trasvase, sino sólo una cesión de derechos adquiridos por los agricultores de regadío de Estremera -que son agricultores de un poco más abajo en el Tajo- a los agricultores de regadío de Murcia, en el Levante . Para mí, esto es disimular la realidad. Seguramente la ley da cobertura al argumento usado por el Estado, pero al final se trata de un transvase. Y con las represas en estado de emergencia.
En el sur de España continúan pidiendo más trasvases y diciendo que el agua es de todos.
Es curioso que desde el Levante se intente convencer que el agua es de todos y quien más la usa son ellos. El agua es de todos, pero también es nuestra. ¿O sólo es de todos los del Levante? El agua es de todos y hay que repartirla, hace 38 años que repartimos agua, que somos solidarios con el Levante y ya transvocamos entre siete a ocho presas llenas de Entrepeñas y Buendia, más de 15 mil hectómetros cúbicos de agua. Si eso no es ser solidario, si eso no es repartir, si no es hacer justicia al principio de agua para todos, que nos expliquen entonces lo que es? Si lo que se está haciendo es impedir que se cubran las necesidades de una cuenca para cubrir las necesidades de otra, eso no es agua para todos.
¿Estamos ante una guerra de agua?
El momento que estamos atravesando es consecuencia de una mala gestión. Las guerras del agua o la guerra del agua entre el Tajo y el Segura son consecuencia de la mala gestión. Si el Estado gestionara bien los recursos no habría motivo para ello. El entendimiento es que la cuenca cedente tiene prioridad sobre la cuenca recetora y que se transvazan los excedentes, si eso no se cumple provocamos un conflicto, no es una guerra, pero es un conflicto. Hay alguien que decide que sobra agua al Tajo, lo que no es correcto, y que en el Segura hay una necesidad grande de agua, lo que tampoco es verdad. Si alguien decide por nosotros y nos limita la capacidad de desarrollo acabamos por entrar en conflicto. ¿Con quien? Con el Estado que nos obliga a pasar por esta situación y con la otra cuenca que obliga al Estado a sacar agua de aquí. ¿Puede llamarse la guerra? Si nos llaman guerreros por eso, está sumamente justificado. Tenemos que defendernos; nosotros vivimos del agua, nuestro futuro es el agua. Si es necesario entrar en guerra, entramos.
¿Qué están pensando hacer?
En esta comarca tenemos un problema serio hace 38 años y eso acaba por generar un cierto conformismo. En 38 años tuvimos muchos episodios como éste, de subidas y bajadas del Tajo y nunca se resolvió nada, sino que, al contrario, hemos quedado cada vez peor. Hay poca esperanza en la población de la zona de que haya alguna solución. Tal vez sea la naturaleza, al final, a ponerle un punto final. Ante lo que está ocurriendo en la actualidad, los políticos, que son quienes legislan, tendrán que tomar alguna decisión. Desde aquí casi nada podemos hacer. Somos pocos, esta es una zona bastante despoblada, los municipios son pequeños (tenemos 22 municipios alrededor de las represas y no llega a diez mil habitantes). Vamos a seguir protestando, reivindicar. Desde la Asociación de Municipios Ribeirinhos intentamos hacer llegar el problema a los políticos, sobre todo al parlamento; encomendamos algunos estudios a la universidad sobre las consecuencias socioeconómicas del transvase y iremos a Europa, si es necesario. No es muy bélico [risas], es hasta bastante razonable.
De un lado hay muchos, con mucha fuerza, y del otro, pocos y débiles?
El problema también es económico. Si aquí no hay agua, se perjudica directamente a diez mil personas, como máximo. Si no hay agua en el Levante, se perjudica muchas más. Pero si tenemos en cuenta que, además de perjudicar a diez mil personas, estamos destruyendo un río, estamos matando a poco y poco el río Tajo, hay que darle mayor consideración. Aquí sólo tenemos el agua de la lluvia, de la nieve para recuperar las represas. En el Levante, la tecnología de desalinización está muy avanzada. Ya no es tan caro, ni tan complicado, montar centrales de desalinización. Sin embargo, no se instalan. ¿Por qué? Porque los intereses políticos van, no justamente, pero lógicamente, hacia donde hay más votos. Hay también intereses económicos, el agua de aquí sale muy barata, casi gratis, y allí cuesta mucho más dinero, lo que quiere decir que alguien en el medio está haciendo negocio con el agua. Hemos logrado poco a lo largo de los años, pero estamos en el momento oportuno para lograr que al menos el transvase del Tajo-Segura deje de ser tan injusto como ha sido hasta ahora. Estamos en el momento oportuno porque las represas están casi vacías, la opinión pública está empezando a reaccionar porque estamos destruyendo un río casi por completo: el Tajo es un alcantarillado, desde Bolarque hacia abajo, es un auténtico alcantarillado. Cuando el río Jarama se une al Tajo es impresionante. Esto es el ejemplo más grande de lo que no se puede hacer con un río. Estamos en un punto de inflexión, a partir de aquí será preciso legislar de otra manera, no podemos seguir atacando un río como el Tajo. Además, también tenemos Europa que, de vez en cuando, nos da una mano. Europa ya ha aconsejado al Gobierno de España que cambie su política hídrica porque ha sido un fracaso. Todo esto juega a nuestro favor. Estamos en el principio del fin del transvase Tejo-Segura, tal como lo conocemos hasta ahora.
¿El gobierno español no está cumpliendo la directiva europea?
No, el caso del gobierno es impresionante, luego porque hace una vista gruesa al principio de que la cuenca cedente tiene preferencia en el uso del agua. La propia Unión Europea ha aconsejado al Gobierno español que aumente los caudales ecológicos. Si se establece a partir del Estado como límite mínimo del caudal ecológico seis metros cúbicos por segundo, que no es nada, y no se permite que suba por encima de ello, se cumple la normativa, sino una normativa hecha a la medida de su propia política, que nada tiene que ver con lo indicado por la UE. Europa ya nos tiró de las orejas porque no estamos cumpliendo con lo que se considera razonable. Nuestros planes hidrológicos son objeto de procesos ante los tribunales, nadie está de acuerdo con ellos, sobre todo los del Tajo, del Segura, del Júcar.
Imagino que ha leído el informe de Greenpeace sobre la sequía, en él se habla de que el 75% del territorio de España es una zona susceptible de desertificación, sin embargo, la política hídrica española sigue favoreciendo la agricultura de regadío en el sur de España.
Es imposible convertir un desierto en un huerto y eso es lo que se está intentando con el transvase Tejo-Segura y con el Pacto Nacional de Agua que se está mecanando desde Madrid, y digo maquinar porque se está imponiendo desde el ministerio una forma de " seguir haciendo política con el agua. Se busca interconectar más cuencas, siempre con la intención de lleva
Si la cosa está mal voy a Sacedón...
https://www.google.es/url?sa=t&source=web&rct=j&url=%23&ved=0ahUKEwj5w46nvoDYAhUFORQKHYOiAdEQwqsBCCcwAA&usg=AOvVaw0VTJzWxrN8ZFOD4xbU2nov
#7 A eso venía, pero tu enlace no me ha funcionado.
Si tuviéramos un par de luces todos haríamos la guerra al Gobierno de Rajoy. O a cualquier otro. Es tremendamente evidente que esta gentuza no hace más que llevarnos a la catástrofe. El gobiernos es nuestro enemigo. Los políticos nuestra desgracia.
#10 Contra Rajoy, está claro. Ya son Catalanes y Manchegos, País Vasco y Valencia, ya esta casi organizada la guerra civil.
Me parece bien, españoles a las armas.
#9 contra Castilla-La Mancha?
El alcaide de Sacedón (Castilla-La Mancha) habla de guerra contra Rajoy.
Los portugueses no son catalanes, estos tienen armas para defenderse.
#2 Y dos pelotas.
#2 van a crear una coalición Guadalajara y Portugal contra los murcianos.
#2 Sacedón es en Castilla-La Mancha.
El alcalde habla de guerra contra Rajoy.
#6 Madre mía , Sacedón en Portugal... qué nivelazo