Hace 11 años | Por --354890-- a calledelorco.com
Publicado hace 11 años por --354890-- a calledelorco.com

Cuando se inscriben en la poesía, en la prosa, de modo natural, sin acudir al llamado de una costumbre, [los adjetivos] regresan a su universal depósito sin haber dejado mayores huellas. Pero cuando se les hace volver a menudo, cuando se les confiere una importancia particular, cuando se les otorga dignidades y categorías, se hacen arrugas, arrugas que se ahondan cada vez más hasta hacerse surcos anunciadores de decrepitud. Porque las ideas nunca envejecen, cuando son ideas verdaderas.

Comentarios

ialonso81

Recomiendo especialmente "Los pasos perdidos", de Carpentier. De esas novelas que una vez empiezas ya no puedes soltar