No debería ser necesario, pero para descargo de futuras tonterías, creo que debo empezar diciendo que nunca, en mi vida, he pisado un centro privado o concertado: primaria, secundaria y universidad públicas. Y precisamente porque conozco la pública y sé por dónde ha ido su evolución, o su decadencia, creo que entiendo pro qué tantos padres, tantísimos, eligen la concertada para sus hijos. El declive de la enseñanza pública tiene muchas caras, desde el interés por degradarla de los que …