Para los que aún no tienen canas en el vello púbico, es probable que el nombre de Ruiz-Mateos no suene familiar, pero los que ya no podemos bailar un mambo sin tener resaca al día siguiente recordamos ese nombre con una mezcla de desprecio y diversión. Desprecio por ser el arquetipo de empresario que detesta la regulación del estado, y diversión por aparecer disfrazado cual Mortadelo en sus numerosas performances judiciales públicas. Una especie de Trump a la española (sí, también hizo sus pinitos en …