En los últimos 5 años, redes sociales como Facebook, Instagram o Youtube han conseguido mejorar su capacidad de segmentación exponencialmente. Este hecho, que al principio solo tenía un objetivo comercial, lleva ya un lustro provocando consecuencias mucho más graves. El pensamiento, la ideología, las creencias, se están desatomizando, homogenizando. Nuestra vida, la de las redes, en las que pasamos casi seis horas de nuestro tiempo libre (y subiendo) se convierte así en un microcosmos de personas con ideas afines a las nuestras. …