“Preferiría no hacerlo”. Esta respuesta de Bartleby, el carismático protagonista de la novela de Hermann Melville, Bartleby, el escribiente, encarna a la perfección una verdad universal sobre nuestra época. No es tanto que alguien se niegue a realizar una tarea en su jornada laboral (algo que, por otro lado, cada vez resulta más difícil en casi todos los sectores), sino la sorpresa, la incredulidad o incluso el enfado que esa negativa despierta en compañeros, superiores y hasta familiares. Preferiríamos no hacerlo, pero cada día, nuestro.