#34 Sobre si hay que adquirir nuevos aparatos, esa pregunta ya está respondida.
Todo el mundo sabe que la señal digital está codificada, y que para poder reproducirla se necesita un aparato que la decodifique. Hacer esa pregunta es absurdo.
#27 Creo que todo el mundo sabe que la radio digital no se puede escuchar con una radio analógica de las que tenemos ahora, al igual que para la TDT hubo que poner un adaptador en las antenas de las teles de la época.
Todo el mundo sabe que la señal digital hay que decodificarla con un decodificador, y que las radios actuales no hacen eso.
Sería más interesante preguntar si las radios digitales podrán funcionar también con señal analógica, que es algo que no todos sabemos.
#20 Uff, yo el Dux y Actualidades no los conocí ya. También falta el de la calle Tarragona que, si no me falla la memoria, pasaron de sala infantil a sala porno y de ahí a aparcamiento.
#12 "Buah, en Madrid lo tenemos todo... museos, musicales, estadios enormes, los mejores conciertos..."
"Qué guay! Has ido a ver todo eso?"
"Qué va, no tengo dinero".
#8 Diels era de buena familia, como atestiguan sus cicatrices rituales. Tenía contactos.
"se cree que sus pronunciadas cicatrices de la cara se las había ganado en duelos juveniles por asuntos de amores"
El artículo se equivoca sobre las Schmiss (cicatrices faciales) Son una marca de clase social (alta) que se adquirían de forma ritual "mensur"
"Muchos jóvenes aspiraban a personificar ese ideal, así que supuestamente empleaban métodos para convertir una pequeña herida en una cicatriz de la que pudieran sentirse orgullosos, por ejemplo frotándola con sal o insertando crines de caballo para dificultar la curación y favorecer la aparición de la cicatriz" es.wikipedia.org/wiki/Schmiss
#18 En la familia de mi madre (de un pueble de la Alcarria conquense) se cagaban en el "copón bendito", imagino que haciendo referencia al cáliz de la eucaristía.
#4 Nunca se hundió.
Cuando ya tenían hecha la quilla y gran parte de la estructura muy avanzada, por 2013, se dieron cuenta de que habían cometido un error de cálculo en lo que se denomina "reserva de flotabilidad". Alguien le dio por repasar los cálculos y comprobó con asombro que le salía un sobrepeso de más de 120 toneladas. De haberse llevado a cabo la finalización del submarino tal y como estaba en aquel momento, habría tenido serios problemas para salir a flote una vez sumergido (incluso no poder salir a flote).
Inmediatamente se paralizó la construcción y se revisaron las cuentas y los cálculos de ingeniería. Y el error era el mismo, más de 120 toneladas de más de peso.
Aquí ya el ministerio de Defensa se mosqueó un huevo, y como no se fiaba de Navantia, los obligó a contratar los servicios de consultoría de un prestigioso fabricante de submarinos nucleares americano (General Dynamis Electric Boat), para que revisara los cálculos y prpusiera una solución que no supusiera abandonar lo ya construido y empezar de cero con el diseño de uno nuevo.
General Dynamics corroboró que el sobrepeso era ese, y propuso como solución alargar el tamaño del submarino unos 7 metros. Sólo había que cortar y empalmarle 7 metros más de fuselaje al futuro S81.
Esto ocurrió en 2013, la construcción, ya muy avanzada, se paralizó y no se reanudó hasta 2 años después, tras rehacerse los diseños y planificarse como alargar en 7 metros el submarino que ya tenían casi hecho.
Sobra decir que esto le vino de p.m a Abengoa, que por aquel entonces estaba más preocupada en esconder a sus accionistas y clientes que estaban en la puñetera ruina, y que por la parte del S80 ellos no tenían ni un prototipo funcional del AIP disponible y ni lo iban a tener.
El "error" (horror más bien) de cálculo de Navantia y el escándalo financiero de Abengoa sucedieron más o menos casi simultáneamente y estuvieron a punto de costar la cancelación definitiva del programa S80. Y ahí surgió la leyenda urbana del submarino que no flotaba.
#4 Sólo las pensiones ya cuestan 10.000 millones de euros... al mes. O sea 3.900 millones por tener nuestro propio submarino es un gasto tremendamente eficiente.
Si no quieres hablar de quebrantahuesos, vete a las tres millones ochenta y siete mil dosciento cincuenta y siete noticias que no van de esto...