#27 Se reconoce la guitarra porque lleva una gruesa capa de pegamento en las zonas donde se rompió primero, más gorda que las venas de un culturista, pero sólo si la ves de cerca, de lejos da el pego
#1 Joder, hasta en el metro, aunque no son católicos, son los herejes de importación. A más de uno le he tenido que soltar que lo de soltar sermones en el metro le quita toda la dignidad
#25 También tengo un colega que lleva rompiendo la misma guitarra más de diez años en conciertos. Eso sí, cuando acaba, recoge los restos y la vuelve a montar, que para eso es luthier
#25 Yo lo he comentado alguna vez. Soy de izquierdas y estoy orgulloso de ganar dinero, como también estoy orgulloso de que mi ropa de trabajo me la haga un sastre a medida (y aquí un pequeño homenaje a Enrico Berlinguer, que estos chavales no sabrán ni quién era, a quien llamaban, en un país tan pijo como Italia Corbata di Ferro). Lo de la crítica a los ricos viene en el Nuevo Testamento, no en El Capital. Y como izquierdista que soy (y empresario, socio de mi empresa) estoy orgulloso de subir todos los años el sueldo al personal asalariado, y si se ponen enfermas, con mandar un whatsapp me vale, qué es eso de traerme la baja médica. También tengo dada de alta a la mujer que viene a casa, básicamente a plancharme las camisas, que es lo mínimo que hay que hacer.
#23 El maravilloso mundo del postureo en la música. Como anécdota al respecto, cuando monté el concierto de los Rolling en el Calderón hablé bastante con el pipas del Keith Richards (nos fumamos algunos porros juntos) y le comenté que era sorprendente que el notas tratase tan mal sus guitarras (iban todas raspadas y arañadas). El colega me comentó que cuando encargaba las guitarras, antes de barnizar las cajas, las pasaban por arena para rallarlas y que pareciesen muy curradas
#18 Es la magia de la modernidad. Cuando yo curraba en conciertos, los del sonido eran técnicos de sonido, aunque grabasen los putos discos de los Beatles. Ahora son todos ingenieros de sonido, hasta el que monta la mesa de sonido en un concierto
#7 No le han absuelto por eso. Te voy a ahorrar el curro de que te leas la noticia, sin que sirva de precedente: le han absuelto porque no hay pruebas de que Oubiña les hubiese vendido o suministrado la farlopa que le pillaron a los clientes, 4 kilos de mierda (aunque no sé si pesaba algo más al principio del proceso policial de detención e incautación. Por esa miseria el tito Laureano ni hubiese levantado el teléfono
Joder, pues sí que iban actualizadas. Igual no oyeron nunca Under my thomb, que sale en el Aftermath, que se publicó el año que nací (ahí va una pista de lo anciano que soy)