#4 Habrá que oirlas. Me gustan Génesis en sus dos versiones. Cuando tocaba en un grupo hacíamos una versión del In the Air tonight entre gótica y metalera. El bajo (lo mío) iba con distorsión a tope
#139 A mi me gustaba lo de ser escolta, porque como hacía más prácticas de tiro que los soldados normales, me lo tomaba como un entrenamiento de lo del tiro deportivo. Además me sirvió para acojonar al sargento y el cabo que me fueron impuestos y con los que me llevaba mal de cojones. Una vez que vieron como tiraba, me pasé toda la mili preguntándoles cuándo eran las maniobras y si eran con fuego real; no creo que les hiciese gracia que estuviese detrás suyo con un arma. Por otro lado, me llevaba muy bien con el putoamo pese a nuestras diferencias ideológicas: el hijoputa me llamaba soldado Lenin, pero al menos compartíamos interés por la lectura de libros de historia, que intercambiábamos
#10 Coño, pues yo he comido en Casa Hortensia cuando estaba en Lavapiés, en la calle paralela a la mía y doy fe de que hacía una fabada de la rehostia. Y también lo decía mi padre que, casualmente, era de Gijón, por lo que tampoco tendría ni puta idea, probablemente. Y si te sirve como pista, el restaurante actualmente está en la Casa de Asturias en Madrid