La UCO ha descrito lo de Cerdán como una tarifa del 2%, pero seamos serios: eso no es una trama, es la marca registrada de la PSOE, el PSOE Tax. Desde FILESA hasta los ERE, pasando por Koldo, Tito Berni, la niñera, los contratos covid y ahora las cooperativas opacas de Cerdán, el patrón es tan repetitivo que deberían enseñarlo en ADE como “corrupción en serie”.
Y mientras cae otro caso más, ahí está Sánchez dando lecciones de ética como si no tuviera a su alrededor un ecosistema que vive entre comisiones, contratas y sobres que no pasan por Hacienda. El presidente que se encerró cinco días para escribir una carta lloriqueando sobre “lawfare”, cuando la única guerra que ve la justicia es la que libra su propio partido contra el dinero público.
La PSOE no gobierna: explotan el Estado como si fuera su cortijo. Y cada informe de la UCO acaba siendo la misma historia con distintos nombres y el mismo porcentaje. Si mañana aparece otro caso, no sorprendería a nadie: la estadística ya no es indicio, es sentencia moral.
Es ridículo que todo el aparato mediático se escandalice por la investigación contra Begoña Gómez mientras el Gobierno de la PSOE ignora miles de denuncias reales de violencia machista sin mover un dedo. Gómez aparece en correos y contratos vinculados a adjudicaciones millonarias, mientras las prioridades del Ejecutivo no están en proteger a las víctimas sino en tapar a los suyos.
No es “pereza” del juez Peinado: es un señalamiento claro. Cuando se trata de la pareja del presidente, se va con todo; con las mujeres que sufren violencia, la maquinaria judicial y mediática de la izquierda empieza a hacer mutis por el foro. Eso no es justicia, es clientelismo con correa roja.
Puente vive en su universo paralelo, ese donde anunciar obras faraónicas tapa cualquier desastre real. Habla de poner toda la red a 350 km/h cuando no es capaz ni de garantizar que Cercanías llegue a la hora dos días seguidos. Es el típico ministro de la PSOE: mucho powerpoint futurista, cero contacto con la realidad. Mientras los trenes se paran, las catenarias fallan y los usuarios van como ganado, él se hace fotos prometiendo que seremos “como China”. Claro que sí, campeón, si ya cuesta mantener lo que hay, imagina duplicar la exigencia técnica.
Esto no va de modernidad, va de humo electoral. Puente convierte cada anuncio en un festival de autopropaganda para que parezca que España despega mientras el servicio real se hunde. Igual que su partido: mucha épica, mucha pose, y cuando miras debajo solo queda chapuza, retrasos y un fanatismo por el titular digno de un simio con Twitter.
Pues otra ronda del menú del día: empadronamientos fantasma, parejas de hecho de pega y la enésima trama para colar a medio continente por la puerta de atrás. Luego vendrá la izquierda a contarte que esto es “solidaridad”, que cuestionarlo es “alarmismo” y que todo funciona estupendamente. Claro que sí, guapi.
Mientras unos montan la cadena de montaje de papeles fake, otros miran hacia el techo no vaya a ser que cuestionar estas prácticas les quite un par de likes en X. Y así seguimos: tú cumpliendo normas, pagando impuestos y haciendo colas, y otros disfrutando un Schengen buffet libre gracias a los cracks que les montan la vida administrativa en 48 horas. Como siempre, progresismo de salón y realidad de comisaría.
#13 Decir que Podemos es “el único grado de izquierda posible” suena a chiste involuntario. Si esa es la “dignidad” que nos va a salvar, prepárate para otro máster en chaletología, purgas internas y círculos que duran menos que un ministro de la PSOE explicando una comisión. Llamar “centro moderado” a un partido que se ha pasado media década hablando de asaltar los cielos mientras se peleaban por las sillas es casi poético: la izquierda épica de Twitter, incapaz de gestionar ni un grupo de Telegram sin que arda por dentro.
Si eso es lo que nos va a devolver la dignidad como pueblo, igual la perdimos hace más tiempo del que pensábamos.
#43 Que no haya indicios de delito según tú no convierte a los agentes en sesgados por ideología, convierte tu relato en opinión sin fundamento. La policía tiene protocolos, registros y jueces que supervisan sus actuaciones; no entran a gusto ni por capricho. Criticar abusos o corrupción está bien, pero no sirve para pintar todo lo que hacen como persecución ideológica. La realidad es que sin ellos los robos, agresiones y drogas seguirían campando a sus anchas, y eso no es cuestión de amor ciego, es de seguridad mínima que tú mismo has reconocido necesitar.
#39 La policía no “se infiltra solo en movimientos de izquierdas”, se infiltra donde hay indicios de delitos, violencia organizada o grupos que ya están en el radar judicial. Y si te molesta que entren ahí, quizá el problema no es la policía sino la tendencia de cierta gente a jugar siempre al borde de la ley mientras luego se hacen los escandalizados. Además, hablar de “violencia delegada del Estado” como si viviéramos en un manual revolucionario queda muy épico desde el teclado, pero en la vida real los que te evitan que un chorizo te vacíe el piso o que un descerebrado te abra la cabeza no son tus discursos, son precisamente esos policías que desprecias. Cuando llegue el día en que necesites uno, ya verás cómo de repente se te olvida el cuento del “sesgo”.
#18 Anti-lógica es repetir el argumentario sin mirar el contexto. Nadie cuestiona que haya condenas cuando toca, la cuestión es que cuando el escándalo roza a la PSOE siempre aparece la niebla mágica de “el sistema falla”, mientras que cuando salpica a otros todo es claridad meridiana y mano dura.
Te parecen paridas los casos Kitchen, Niñera, Tito Berni, Koldo o los informes que acababan en Público antes que en los juzgados. Curioso, porque ahí nadie montó el drama institucional que ahora os tiene agarrados al sofá.
Y lo más divertido: justo cuando investigan al fiscal general puesto por el Gobierno por ayudar a un aliado político, resulta que la culpa es del sistema y no del tipo. Muy conveniente.
Tomarse las cosas en serio se puede. Lo difícil es tomarse en serio ese nivel de malabarismo. Hipocrita.
#17 Decir que “ser poli ya revela tu integridad moral” es de una hipocresía olímpica, sobre todo dicho desde la comodidad del que nunca tendrá que enfrentarse a un navajero, mediar en una paliza, entrar en un piso reventado o aguantar denuncias cruzadas a las tres de la mañana. Muy fácil soltar superioridad moral desde el sofá mientras a otros les toca comerse lo que tú ni mirarías de lejos.
Y encima va de listo como si todos los agentes fueran clones. Pues nada, cuando te roben en casa, cuando un yonqui te abra el coche o cuando un vecino te monte un Cristo, recuerda tu frase y llama a tus principios, que igual ellos te levantan el atestado.
El “verdadero escándalo” no es el sistema, es que cuando las filtraciones afectan a alguien cercano a la PSOE se convierten mágicamente en un drama institucional, pero cuando revientan sumarios enteros contra rivales políticos o ciudadanos anónimos nadie mueve un dedo. No hubo cruzada cuando se filtraron piezas enteras de Kitchen, Niñera, Tito Berni, Koldo o los informes que acababan milagrosamente en Público antes de llegar a los abogados.
Y lo más grotesco: ahora pretenden vender que el problema es “estructural” justo cuando al fiscal general (puesto por el propio Gobierno) le cae una investigación por favorecer a un aliado político. Todo muy casual, todo muy “no es él, es el sistema”. Pues nada, que siga la fiesta: cuando el escándalo salpica a la PSOE, el sistema es culpable; cuando salpica al resto, entonces sí que hay que caer con todo el peso de la ley.
Qué casualidad: cada vez que la PSOE mete las manos hasta los codos, de pronto “no hay ninguna prueba”. Ni cuando Stampa, ni cuando el Tito Berni, ni cuando Koldo, ni cuando se filtraban sumarios a medida, ni cuando aparecían correos, audios y chats. Todo es siempre “inexistente”, “incomprensible” o “mala fe ajena”. Un patrón más estable que el IPC.
Y lo de la pareja de Ayuso ya huele a maniobra burda: llevan meses llamándole “el novio de” porque ni se han molestado en leerse la causa. Eso sí, para absolver al fiscal general no les falta rapidez: basta repetir el mantra mágico y listo. Si este nivel de “rigor” lo viera un estudiante de primero de Derecho, pediría devolución de matrícula. Mientras tanto, seguimos con la justicia elástica que siempre se estira hacia el mismo lado.
Claro, “fomenta el racismo” poner cifras reales… pero ocultarlas es “responsabilidad democrática”. Manual de la izquierda desde hace años: si los datos no encajan con el relato, se tapa el dato y se señala al mensajero.
La Ertzaintza solo ha dicho cuántos detenidos hay por origen, exactamente igual que hacen Francia, Alemania u Holanda desde hace décadas. ¿Sabes qué fomenta el racismo de verdad? Fingir que no pasa nada mientras un grupo que es el 1,7 % de la población acumula prácticamente las mismas detenciones que el resto entero. Eso no es “estigmatizar”, eso es estadística básica. Ocultarlo, en cambio, es propaganda.
Curioso que la Fiscalía siempre encuentre “trato igualitario” cuando el beneficiado es del círculo de la PSOE. El fiscal general sigue en su puesto pese a estar señalado por filtrar información reservada, el juez que investiga es atacado y los medios amigos ya escriben la absolución antes de que se dicte. Si esto pasara con alguien del PP, habría portadas, tertulias y manifestaciones feministas de urgencia.
#20 No, lo demoledor es que cada vez que salen cifras objetivas, tengáis que inventaros el comodín de la abuela del visón. Las estadísticas se ajustan por edad y condiciones sociodemográficas, y aun así la tasa de delincuencia entre jóvenes magrebíes multiplica por veinte la media nacional. No lo dice “la ultraderecha”, lo dice el INE y el Ministerio del Interior. Negarlo no es progresismo, es infantilismo ideológico.
Los datos son demoledores. Con solo un 1,7 % de la población, los magrebíes acumulan casi las mismas detenciones que todos los españoles juntos en el País Vasco. Eso es una tasa de criminalidad más de cuarenta veces superior. Y mientras tanto, la izquierda calla, protege el relato y mira hacia otro lado. Hablar de cifras es “fascismo”, pero ocultarlas es progresismo.
#10 Curioso oír hablar de clasismo a quien aplaude una izquierda que lleva décadas importando mano de obra barata para sostener su modelo de precariedad. Los mismos que se llenan la boca con “derechos humanos” votan políticas que hacen que un senegalés cobre 4 € la hora en el campo de Almería o que una latina limpie escaleras sin contrato mientras ellos presumen de conciencia social. Lo de esclavitud moderna no lo inventó la derecha, lo ejecutó la progresía con sonrisa solidaria.
Se os ve la patita, si es bueno es de izquierdas, si es malo es que no lo era lo suficiente. Patético.
La exsecretaria de Estado que dilapidó millones en talleres sobre “deconstrucción del patriarcado” ahora da lecciones de estética a Rosalía. Tremendo: las mismas que confundieron igualdad con propaganda se indignan porque una artista usa símbolos religiosos. Quizá lo que les molesta no es la “estética conservadora”, sino que alguien con talento y éxito les recuerde lo que nunca fueron capaces de crear con sus subvenciones.
Y pensar que ese “robot con IA” debía simbolizar el poder tecnológico ruso y acabó en el suelo como su PIB. Si hasta su inteligencia artificial imita al Kremlin: da dos pasos, se cuelga y cae. Mientras tanto, China lanza humanoides que corren y los de Moscú apenas se sostienen sin vodka.
#63 Claro que entiendo de tecnología, por eso te corrijo: Rusia no fabrica procesadores del 2010, fabrica copias mal adaptadas de los Elbrus basados en arquitectura VLIW con un rendimiento por núcleo 15 veces inferior al de un Ryzen 5 actual y fabricados en 28 nm porque ni TSMC ni Samsung les venden chips desde 2022. Su producción depende de MCST y Baikal Electronics, ambas casi paralizadas por sanciones y falta de maquinaria de litografía EUV.
Y no, usar negritas no te hace más experto. Lo que los datos demuestran es que Rusia lleva tres años canibalizando chips de electrodomésticos y drones civiles chinos porque no tiene capacidad industrial ni de testeo. Lo tuyo no es pensamiento crítico, es pensamiento soviético con formato Markdown.
#61 Sí, y también fueron capaces de fabricar un tanque con piezas de tractor y llamarlo “moderno”. Rusia recicla chips de lavadoras porque no puede producir microelectrónica de 7 nm como Occidente; su industria depende en un 90% de importaciones tecnológicas y su presupuesto militar real es inferior al de Alemania. Si hacer funcionar el Doom en un Spectrum es su mayor logro, explica por qué sus drones caen más que sus cohetes.
Sánchez exigiendo datos al PP sobre sanidad es como un pirómano pidiendo el parte de incendios. En 2025 había 832.000 pacientes en lista de espera y una demora media de 118 días. Más de un millón de citas pendientes. Y según el CIS, más del 50% de los españoles tuvo que ir a urgencias porque no lo atendía su médico. Antes de pedir papeles, podría empezar por explicar por qué su gestión deja a medio país esperando mientras él se hace fotos “analizando”.
#22 Carnedegato 