Los pequeños, de cuatro y nueve años, conviven con chavales conflictivos. “Es de locos mezclar a dos menores con autismo con otros de medidas judiciales. Es la primera vez que ocurre y nos parece un maltrato institucional de la Xunta”, opina una de las educadoras.Padecen un autismo “muy severo” que requiere una “dedicación absoluta y especializada”, en palabras de los educadores del centro, que se confiesan “agotados y desbordados” por una situación que consideran “irregular”.
|
etiquetas: autismo , centro de menores