"Recojan sus cosas que nos mudamos", es lo primero que debieron oír los empleados de las once empresas informáticas que han decidido cambiar de residencia. Las caras de sorpresa quizás llegarían cuando el jefe anunciase cual va a ser su nueva oficina: una mina abandonada.El motivo no es que los empleados hayan sido castigados a trabajos forzados, simplemente se trata de una media para ahorrar hasta un 50% en la factura energética, según ha informado hoy el diario nipón Nikkei.
|
etiquetas: viaje , centro , informático