Desde que el 28 de junio de 1997 Mike Tyson pisó los infiernos del boxeo mordiéndole una oreja a Evander Holyfield en su pelea de revancha, los dos púgiles se habían reencontrado un par de veces, pero nunca se sonrieron. En Las Vegas, por fin, llegó la reconciliación definitiva.
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Le ha devuelto el cacho?
Love is in the air.