Me perturbó, como no podía ser de otro modo, entender que aquella ficción, su simplona idea de que “el fin justifica los medios” había creado en mí no solo una condescendencia hacia la tortura y a estela de muertos que dejaba el protagonista tras de sí, sino la indecente aceptación del crimen como herramienta para hacer una pretendida justicia.
Yo siempre he dicho que la tortura no es el camino. Generar sufrimiento es un acto aborrecible.
Y dicho esto, a algunos yo firmaría porque les pegaran un tiro. Limpio, indoloro y sin gasto para el estado. Por ejemplo violadores de bebés. Algún otro ejemplo se me ocurre.
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Yo siempre he dicho que la tortura no es el camino. Generar sufrimiento es un acto aborrecible.
Y dicho esto, a algunos yo firmaría porque les pegaran un tiro. Limpio, indoloro y sin gasto para el estado. Por ejemplo violadores de bebés. Algún otro ejemplo se me ocurre.
Uno puede torturar sin proponérselo. Uno puede sentirse torturado sin que el origen de esa tortura sea consciente de ello.