Según el fallo, "fue aprovechado por el acusado que, con ánimo libidinoso, tras bajarse los pantalones y sacarse su miembro viril, se inclinó encima de la citada, rozándola con dicho miembro, lo que provocó" que la chica "despertara, zafándose, inmediatamente del acusado". "A continuación", el condenado "se introdujo en el baño de la vivienda, junto con la perra Brandy, de raza bóxer, propiedad" de la chica "donde, con similar ánimo libidinoso, intentó penetrar al referido animal, siendo interrumpido en dicho acto sexual.
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