Según el alto Tribunal, “la actividad educativa no podrá desentenderse de transmitir los valores morales que subyacen en los derechos fundamentales o son corolario esencial de los mismos”. Por ello se acepta hablar del pluralismo como valor que imbuye toda la Constitución y por el que hay que luchar para que prejuicios sociales, racistas, xenófobos, sexistas y homófobos no se produzcan en nuestra sociedad. Pero además la sentencia dictamina que hay que “fomentar sentimientos y actitudes que favorezcan la vivencia práctica” de los valores éticos
|
etiquetas: educacion , ciudadania , supremo , homofobia