La vida es como una pechuga de pollo: lustrosa y brillante por fuera, pero que a veces termina haciendo bola por dentro. Por eso la ironías del destino siempre tienen nombre y apellido. Como los de Linda Bernard, una mujer británica cuya vida estuvo en el filo de la navaja después de tres intentos de acabar con ella, dos por sobredosis de fármacos y una tercera ocasión por intentar directamente ahorcarse.
Comentarios
Panico a una muerte ridicula!!!!!!!!!!!!!!!
El pollo no avisa de su peligro con un sabor horrible como el brócoli. ¿Qué opina el doctor Hibbert de todo esto?
Y quien te dice que al cuarto intento es cuando lo consiguió?
"Las vueltas que da la vida, el destino se burla de tí.." (8)
Veo venir los comentarios de los trolls en 3,2,1...
¿Sobrevivir? ¿No seria mas correcto "fallar"?
#1 Suerte que tenemos comments enriquecedores como el tuyo, donde vas a parar.