El 9 de agosto de 1942, la Orquesta de la Radio de Leningrado, a través de unos grandes altavoces dirigidos hacia la artillería alemana que asediaba la ciudad, comenzó a interpretar la Sinfonía nº 7 de Shostakovich, "Leningrado". Las crónicas narran que 80 minutos más tarde, cuando el director Eliasberg bajó la batuta, ni un solo disparó partió desde las líneas alemanas. El más estremecedor silenció perduró durante unos intensos minutos. La sinfonía había acallado momentáneamente a la artillería de los sitiadores.
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