Hace 6 años | Por rar a zendalibros.com
Publicado hace 6 años por rar a zendalibros.com

En los últimos años se han publicado en España numerosas guías de lenguaje no sexista. Han sido editadas por universidades, comunidades autónomas, sindicatos, ayuntamientos y otras instituciones. Las que identifico con siglas o abreviaturas en la relación que aparece al final constituyen tan solo una muestra de ese extenso catálogo. Antepondré un guion a la página citada: MUR-8, UPM-10, UGT-14, etc. La mayor parte de estas guías han sido escritas sin la participación de los lingüistas.

Comentarios

D

#1 Vale, pero las palabras también sirven para transmitir el sexismo de los hablantes.

f

#2 pero las normas ortograficas no
Eliminamos entonces los insultos no sea que se utilicen para menospreciar a alguna persona?

tranki

#2 Si, el lenguaje puede ser utilizado para transmitir de todo, desde amor hasta odio, desde agradecimiento hasta tristeza, y así hasta lo que quieras.
Pero el sexo no es condición absoluta del lenguaje. (no está implícito)

Se hace un uso sexista (casi político) del lenguaje y no es correcto.

Es como decir que el "Assembler" es demasiado femenino y el "C" demasiado masculino.
Por poner un ejemplo...

YesWeKang

Puedes utilizar palabras como noble o caballero y no ser elitista. O ojala sin ser musulman. O trabajo sin ser irrespestuoso. O siniestro, o santo...
Si la lengua definiera lo que somos, todos seriamos culpables.

C/C #2 / #10

D

#11 ¿y?

Eso no tiene nada que ver con lo que he dicho yo.

D

#1 El lenguaje puede ser sexista, cuando:

- Las palabras de un sexo casi siempre fuesen positivas y las del otro negativas. Ej: zorro como agudo, zorra como hijaputa.

- Ausencia de neutro específico donde se necesita. Por ejempo si juez es neutro y no exuste "jueza" eso no sería sexista. Pero si añadimos jueza y ponemos juez para masc. y jueza para el fem., eliminando un neutro específico, eso si sería sexista.

D

#1 pues estás muy equivocado. el lenguaje tiene otros usos además de transportar información. uno de ellos es encaminar el pensamiento de los oyentes, como bien saben los energúmenos nos pastorean a través de la tele. por otra parte, el lenguaje refleja los usos y costumbres de los hablantes, y en cierta medida los perpetúa, por lo que parece conveniente plantearse de vez en cuando si no hay que hacer algún cambio en sus reglas.

javiblan

#1 Vale... vale... el sexo está en la cabeza de cada uno y las palabras sólo transmiten mensajes.

Puros. Sin connotaciones. Ajenos a la intertextualidad. Sin evocaciones.

Ah. Ya. Deberíamos haberlo sabido antes.

D

Resumen:

Un texto bastante sensato de un linguista que explica como las guías de lenguaje no sexista que ha leido son, en realidad, un tiro al pie cargadas de sexismo.

Y tiene razón. En el feminismo se han colado sexistas que creen que dividir presidente (fem. y masc.) en presidente(masc.)/presidenta(fem.) es un avance hacia la visibilidad de la mujer y la igualdad, cuando es justo lo contrario.

D

100€ a quién se lea el artículo entero kiss

HyperBlad

#5 Yo he llegado bastante lejos. Es una pena, porque está muy bien escrito, pero llegó un momento en el que tenía que seguir con mi vida...

D

#5 ¿Cómo podría demostrarte que lo he hecho y, lo que es más importante, cómo me haces llegar los cien euros?

Edito para añadir, a la vista de ciertos votos negativos, que este artículo no está a favor de que se escriba l@s niñ@s o lxs niñxs, sino todo lo contrario.

Aunque viendo que viene firmado por Ignacio Bosque ya era fácil suponer por dónde iba a ir.

rar

#7 Es más fácil cascar un negativo que hacer un esfuerzo y leer un rato.

silvano.jorge

Aunque parezca una lucha poco importante y aunque para los académicos la lengua sea un ente indeformable y neutro, la guerra de las palabras es continua y en todos los ámbitos.

Los usos políticos de las palabras son continuos, de forma que se intenta cambiar significados, ensuciar unas palabras o ensalzar otras más allá de usos, costumbres y academias.

Palabras como democracia, terrorismo, socialismo, anarquismo o comunismo son ejemplos claros donde la maquinaria de los diferentes servicios de información, a través de agencias de comunicación de su órbita, modifica continuamente significados para que sea el uso el que se acerque a la denominación que desean.

Que el feminismo moderno entre de frente y abiertamente en esta guerra es un marcado rasgo de la valentía y el arrojo que actualmente caracteriza al movimiento.

La guerra de las palabras está ahí, participes en ella o no.