El número de festejos taurinos en España sigue decreciendo. En los primeros seis meses de curso se han celebrado un total de 53 espectáculos menos que el pasado año, una cifra considerable si tenemos en cuenta que el descenso de espectáculos en esta misma fecha entre 2009 y 2010 sólo fue de 16.
Hace años, no realizar eventos taurinos en los festejos locales podría haber significado prácticamente una revuelta popular.
Poco a poco la gente cambia, adquiere otra sensibilidad (mejor dicho, son sensibilizados, porque distamos mucho de ser sensibles, o al menos solo lo somos con lo que nos hacen ver) y cambian sus apreciaciones.
Decía que distamos mucho de ser realmente sensibles porque seguimos cometiendo muchas burradas, directa o indirectamente.
Es prácticamente connatural al hombre, y casi al ser humano o la supervivencia, cometer actos que, mirados bajo cierto prisma, pueden ser repudiables. Sin embargo a mi me gusta el pollo y me vienen bien sus proteinas. Pero ver como tratan a los animales, o pensar en qué destino tienen, hace que a cualquiera se le revuelvan las tripas. Al menos por un rato. Por otro lado, si a mi me dicen que está mal, que está mal, que está mal, muchas veces, posiblemente opine pensando que está mal (no siempre, hay quien se opone frontalmente cuando le tratan de imponer una idea).
Ahh, qué difícil! a veces es mejor no pensar ¿o si? Más bien en su justa medida o viviremos siempre deprimidos, o nos suicidamos.
Por cierto, que no lo he dicho. Por mi que se acaben los espectáculos taurinos. Hay mejores maneras de divertirse y entretener sin necesidades de hacer sufrir a los animales
Lo malo es que es un dato que va acorde a una recesión económica fuerte. No es interpretable en el sentido de terminar con esta tradición, por desgracia.
Espero ver antes de morirme que han desaparecido de forma definitiva, los toreros que busquen otro empleo o que vivan de las rentas de todos los animales maltratados, torturados y muertos que se han llevado por delante, los que viven de la tortura y la muerte no me merecen ningún respeto ni consideración.
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Poco a poco va cambiando la sensibilidad.
Hace años, no realizar eventos taurinos en los festejos locales podría haber significado prácticamente una revuelta popular.
Poco a poco la gente cambia, adquiere otra sensibilidad (mejor dicho, son sensibilizados, porque distamos mucho de ser sensibles, o al menos solo lo somos con lo que nos hacen ver) y cambian sus apreciaciones.
Decía que distamos mucho de ser realmente sensibles porque seguimos cometiendo muchas burradas, directa o indirectamente.
Es prácticamente connatural al hombre, y casi al ser humano o la supervivencia, cometer actos que, mirados bajo cierto prisma, pueden ser repudiables. Sin embargo a mi me gusta el pollo y me vienen bien sus proteinas. Pero ver como tratan a los animales, o pensar en qué destino tienen, hace que a cualquiera se le revuelvan las tripas. Al menos por un rato. Por otro lado, si a mi me dicen que está mal, que está mal, que está mal, muchas veces, posiblemente opine pensando que está mal (no siempre, hay quien se opone frontalmente cuando le tratan de imponer una idea).
Ahh, qué difícil! a veces es mejor no pensar ¿o si? Más bien en su justa medida o viviremos siempre deprimidos, o nos suicidamos.
Por cierto, que no lo he dicho. Por mi que se acaben los espectáculos taurinos. Hay mejores maneras de divertirse y entretener sin necesidades de hacer sufrir a los animales
Lo malo es que es un dato que va acorde a una recesión económica fuerte. No es interpretable en el sentido de terminar con esta tradición, por desgracia.
Espero ver antes de morirme que han desaparecido de forma definitiva, los toreros que busquen otro empleo o que vivan de las rentas de todos los animales maltratados, torturados y muertos que se han llevado por delante, los que viven de la tortura y la muerte no me merecen ningún respeto ni consideración.