“Para los jueces del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, los vídeos de la víctima bailando antes de la agresión dan poca fiabilidad al testimonio. Sin embargo, es oportuno recordar que el consentimiento no es algo inmutable, puede existir consentimiento para bailar, coquetear, e incluso para ir juntos al baño, pero este puede cambiar o revertirse en cualquier momento. Algo que sí se tuvo en cuenta en la primera de las sentencias”, recordó.
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