Publicado hace 11 años por cuarentaytresbotas a indignados.jornada.com.mx

El cambio revolucionario no llega como un momento cataclísmico, sino como una sucesión interminable de sorpresas que se mueven en zigzag. Revolucionarios triunfantes convierten episodios donde cumplieron papel destacado en símbolos del proceso, a veces con mala intención. Sin embargo, las revoluciones son cosa de la gente ordinaria, que sabe que los cambios de personas en las estructuras de poder tienen carácter ilusorio y temporal. La insurreción supone un cambio de actitud desde abajo que abre un nuevo camino. Por ejemplo, los zapatistas.