Los estudios, realizados por investigadores de la Universidad de Pittsburgh y del Departamento de Salud de Pensilvania, descubrieron que los residentes que vivían cerca de pozos de fracking tenían más probabilidades de sufrir cáncer infantil, ataques graves de asma y bajo peso al nacer. Estos estudios se suman a decenas de otros que relacionan la proximidad de pozos de fracturación con diversos problemas de salud, como cáncer, partos prematuros y problemas cardiovasculares y respiratorios.
|
etiquetas: fracking , cáncer , enfermedad , respiración , pensilvania , eeuu