Hace 11 años | Por nacco a sociedad.elpais.com
Publicado hace 11 años por nacco a sociedad.elpais.com

Un gijonés de 34 años, podía levitar y atravesar paredes. Sanaba a los enfermos, volvía fértiles a las mujeres estériles y hacía andar a los paralíticos. Creía en los beneficios de la poligamia y en el valor espiritual de la suciedad. En cierta ocasión había regresado de entre los muertos, tras estar clínicamente sin vida durante 20 minutos, para fundar una Iglesia

Comentarios

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Lo mejor de la noticia son los comentarios que le siguen en El País, no os los perdáis. Hay un tío divertidísimo.

D

Crei que lo sabia todo sobre la estupidez humana y la religión.

D

Los asturianos somos gente emprendedora por naturaleza. Lo que veo aquí es mucha envidia y mucha inquina