Hace 10 años | Por --413457-- a periodistas-es.com
Publicado hace 10 años por --413457-- a periodistas-es.com

El criminólogo Miguel Ángel Gallardo Ortiz ha formulado una querella criminal contra el periodista Hermann Tertsch con domicilio y quienes resulten responsables del uso indebido de fondos públicos de Telemadrid para el pago indebido de costas judiciales a que fue condenado tras su denuncia fallida contra El Intermedio y su presentador El Gran Wyoming.

Comentarios

albertiño12

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Hace 10 años | Por Zibi a vanitatis.com

D

No me gusta Wyoming pero tiene razón: Si el Tertsch está amparado por el medio debería hacerse responsables sus directivos y mandos, como en cualquier organización.

D

El medio es público, #3. Debería haberse pagado él sus paranoias. No has entendido nada.

D

#4 Sí lo he entendido y estoy de acuerdo.

Ahora no ha sido él quién ha gastado, sino que alguien de arriba firmó que se le asistiera con nuestro dinero... sus directivos son los que han malversado.

D

Ah, no te había entendido yo, #5. Mis disculpas.

PeterDry

#3 A mi me gusta Sandra Sabatés , Wyoming tan solo me cae bien.

imagosg

Además este personaje «liberal» y contrario a todo lo publico ,lleva muchos años expoliando y cobrando de lo «público»

D

Ése es el quid, #8.

Vlemix

Miguel Gallardo (@www.miguelgallardo.es), conocido spammer de meneame y del resto del universo conocido, ataca de nuevo.

Al final del artículo está su sello, su marca del Zorro personal:

"www.cita.es/querella-telemadrid
miguelgallardo.es/querella-telemadrid.pdf"

UnMatiz

Es que ni siquiera es por algo que dijera Tertscht en Telemadrid. Es por algo que dijo El Intermedio sobre él y por lo que decidió denunciarles (y perdió) con nuestro dinero.

D

#11 Ni siquiera. Todo viene de un montaje en el que salía con hacha, totalmente evidente que era una broma, sin intención de hacerlo realista.

Un par de días después se fue de farra y se llevó una hostia por baboso. El resto es historia.

F

Además la condena a costas se produce por que el hombre, disparando con polvora pública, se empeñó en recurrir después de que una primera sentencia no le diera la razón.