–¿Estás bien, papá? El hombre gira la mirada hacia su hijo. Sabe que, para él, ya no es más que una carga, y por eso mismo piensa que lo mejor sería que todo acabase ya. Fuerza una sonrisa, pero a penas consigue una mueca lúgubre. (Relato de Quim Monzó sobre los últimos momentos de un anciano)
|
etiquetas: quim monzó , relato