La refriega estival por el “relato” sobre el fracaso de las negociaciones de gobierno, a la que no es ajeno el episodio del Open Arms y su gestión por parte del ejecutivo de Pedro Sánchez, ha puesto de manifiesto un mecanismo de poder psíquico que suele pasar desapercibido. Poco más de un año después de que el gobierno Sánchez, nacido de la moción de censura del 1 de junio de 2018, se estrenara con los “gestos” de acogida a las personas rescatadas por el Aquarius y luego por el Open Arms, asestando un revés político y ético a Matteo Salvini.
Lo mejor es que pacte con el riverismo y así seguimos manteniendo a podemos como recurso por si la peña se empieza a mosquear...
Me encanta el olor a democracia después de las elecciones...
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Me encanta el olor a democracia después de las elecciones...