El viernes 19 de octubre registraremos en el Congreso de los Diputados un documento de rechazo rotundo a los Presupuestos Generales del Estado para 2013. El día 23, vuelve un clásico: #RodeaElCongreso desde la hora de comienzo del debate parlamentario. 25 de octubre: jornadas de lucha descentralizada y desobediencia civil. 27 de octubre: manifestación.
Yo estoy de acuerdo con Quedicenen y con JOSÉ RUIZ FERNÁNDEZ.
Rechazar los presupuestos sin tener una alternativa es un ejercicio vano de la lucha, una pataleta. Y hacerlo con una alternativa es un ejercicio político de carácter programático, digno de un partido político.
En mi opinión, esta acción rompe la unidad de consensos a los que se había llegado sobre la importancia capital de provocar el inicio del proceso constituyente, y denota la deriva de la coordinadora hacia el reformismo, abandonando el rupturismo que la había caracterizado.
Desviar la atención y la fuerza hacia procesos reformistas es una forma de colaboracionismo con el actual régimen. Que cada uno actúe según su conciencia.
Los próximos presupuestos ponen de manifiesto la transformación descarada de deuda privada en deuda pública, en forma de rescates bancarios.
Esta crisis se ha generado por la creación de enormes cantidades de dinero emitido en forma de deuda que ha generado malas inversiones a precios inflados. Bueno, pues aquellos bancos que han hecho malas inversiones que cierren, y con la liquidación de su patrimonio se paga a depositantes y si sobra algo, a los accionistas. Que se jodan, pero que no nos jodan a los ciudadanos.
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Yo estoy de acuerdo con Quedicenen y con JOSÉ RUIZ FERNÁNDEZ.
Rechazar los presupuestos sin tener una alternativa es un ejercicio vano de la lucha, una pataleta. Y hacerlo con una alternativa es un ejercicio político de carácter programático, digno de un partido político.
En mi opinión, esta acción rompe la unidad de consensos a los que se había llegado sobre la importancia capital de provocar el inicio del proceso constituyente, y denota la deriva de la coordinadora hacia el reformismo, abandonando el rupturismo que la había caracterizado.
Desviar la atención y la fuerza hacia procesos reformistas es una forma de colaboracionismo con el actual régimen. Que cada uno actúe según su conciencia.
Los próximos presupuestos ponen de manifiesto la transformación descarada de deuda privada en deuda pública, en forma de rescates bancarios.
Esta crisis se ha generado por la creación de enormes cantidades de dinero emitido en forma de deuda que ha generado malas inversiones a precios inflados. Bueno, pues aquellos bancos que han hecho malas inversiones que cierren, y con la liquidación de su patrimonio se paga a depositantes y si sobra algo, a los accionistas. Que se jodan, pero que no nos jodan a los ciudadanos.