Las hembras de los ancestros humanos, hace entre 3,5 y 1,8 millones de años, dejaban a sus parientes para emparejarse con machos de otros lugares, al igual que hacen los chimpancés, los primos evolutivos de nuestra especie. De este modo, la naturaleza sorteó los problemas de endogamia que podrían haber perjudicado a poblaciones de homínidos muy pequeñas. Para llegar a esta conclusión, investigadores alemanes, sudafricanos y de Estados Unidos han estudiado los dientes fosilizados de 19 individuos.
Comentarios
Inexplicable. Con lo monas que eran las chicas de su pueblo...
Se llama diversidad genética
Saludos
Ahora entiendo la pasión de Alfredo Landa por las suecas
Lo que querían era hacer cochinadas y que no se enteraran en el pueblo.
#3 Oño, y ahora... ( ) (2)
(Perdón por la repetición, pero es que me lo ponen a huevo...)
Oño, y ahora... ( )
Como ahora con las erasmus.
Anda y yo! Que las de aquí son todas unas estiradas...
Las hembras actuales consideran un plus de atractivo a los foráneos.