En un rincón olvidado de Andalucía, la justicia se defiende sin toga ni estrados, solo con la voz desgarrada de quienes se niegan a rendirse. Francisco José Sánchez del Águila Ramón, abogado y fundador de la Asociación Mediterránea Anticorrupción y por la Transparencia (AMAYT), y los hermanos Galindo, víctimas de la pobreza y del desahucio, son hoy símbolos de resistencia frente a un sistema que los ha castigado por enfrentarse al poder.
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