La reforma, alertan fuentes del partido, “empuja a los trabajadores a seguir en activo hasta los 72 años, pagándoles durante ese periodo extra una parte de su pensión, que es compatible con su empleo” y supone un “ataque” contra las clases trabajadoras, que son las que, a su juicio, “pueden verse forzadas a trabajar más allá de los 70 años para ver mejorada su capacidad adquisitiva”.
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