Hace 15 años | Por --127375-- a japantoday.com
Publicado hace 15 años por --127375-- a japantoday.com

A medida que la economía de Japón se desinfla, el comunismo está resurgiendo. Dormido durante los años del boom económico y marginado incluso recientemente cuando Japón se abrió camino a través de la recesión, la letanía del partido de los malvados capitalistas resuena ahora profundamente con una gran cantidad de japoneses que sienten el dolor de un traspiés económico que algunos dicen que ha alcanzado dimensiones deprimentes. Según el líder del Partido Comunista, "el capitalismo está condenado". En inglés, traducción en #1.

Comentarios

D

Bajo una gran bandera roja, las sedes del Partido Comunista de Japón son el centro de los movimientos base más vibrantes del país. Los números del partido no paran de crecer, con más de 24000 oficinas y más de un millón de personas leyendo su publicación periódica. Solo un partido - aquel que gobierna - le bate en cuanto a fondos.

A medida que la economía de Japón se desinfla, el comunismo está resurgiendo.

Dormido durante los años del boom económico y marginado incluso recientemente cuando Japón se abrió camino a través de la recesión, la letanía del partido de los malvados capitalistas resuena ahora profundamente con una gran cantidad de japoneses - especialmente los jóvenes - que sienten el dolor de un traspiés económico que algunos dicen que ha alcanzado dimensiones deprimentes.

Aunque el Partido Comunista no parece que vaya a tomar la alternativa a corto plazo - son el cuarto partido más grande en el parlamento, pero apenas tienen 16 de un total de 722 escaños -, se están haciendo notar.

En particular, en los campus universitarios, Karl Marx está volviendo a popularizarse de nuevo.

"Nunca había votado antes, pero pienso votar al Partido Comunista en las próximas elecciones", comenta Suguru Yagi, un estudiante de Tokyo.

Yagi, de 22 años de edad, afirma que se unió al partido porque concuerda con muchas de sus políticas, y lo ve como el defensor de la clase trabajadora. Como estudiante a punto de graduarse, está preocupado por la menguante fuerza trabajadora, y las dificultades que podría encontrar al buscar trabajo.

A la cabeza del renacimiento comunista está Kazuo Shii, el líder del partido, que se ha convertido en uno de los políticos japoneses más conocidos, algo así como una estrella de los medios, interrogando a los líderes conservativos desde su privilegiada posición en el parlamento, y apareciendo infaliblemente ante las cámaras con lo que se reduce a: "Te lo dije".

Desplomes financieros por todo el mundo. Bancos e industrias panza arriba, o suplicando por ayudas. Desempleo y descontento general en aumento.

El capitalismo, concluye Shii, está condenado. "Es inevitable", afirmaba en una reciente entrevista con The Associated Press. "Cuando la fruta está madura, cae del árbol".

Tanto Shii como el partido creen que el momento se acerca rápidamente, y en el bastión asiático por excelencia del capitalismo, cada vez más gente empieza a estar de acuerdo.

Según datos del partido, cada mes se unen alrededor de 1000 nuevos miembros, en claro contraste con el éxodo masivo sufrido por los Demócratas Liberales, que han pasado de tener 5 millones de miembros en su apogeo a alrededor de 1 millón en la actualidad.

El Partido Comunista de Japón fue fundado como un movimiento ilegal en 1922, pero legalizado tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial en 1945. Desde entonces, en un esfuerzo por mantener su independencia, lucharon a través de las rupturas extremistas de Soviéticos y Chinos. Asimismo, se ha distanciado de la izquierda más radical, que gozó de gran popularidad en los años 60 y 70, pero que ha terminado extinguiéndose.

Shii atribuyó el renovado interés en el partido a la desilusión reinante entre los votantes de cara al futuro, respecto a un mercado laboral cada vez más complicado. La gente que ha perdido sus trabajos o sus pensiones están mirando hacia el partido. Existe una creciente desconfianza al centrismo de los Demócratas Liberales y de su principal rival, el Partido Democrático de Japón, también de corte conservador y dirigido, de hecho, por un antiguo Demócrata Liberal.

El resurgimiento comunista también ha sido estimulado a través de los medios modernos.

Das Kapital, de Marx, está ahora disponible en forma de viñeta, y un sorprendente best-seller del año ha sido una versión reciente de "Kanikosen", una novela de 1929 que trata sobre la explotación laboral en un barco pesquero. Dicha novela también se encuentra en versión manga, y se planea la elaboración de una película.

En Japón, el Partido Comunista ha crecido hasta los 415.000 miembros, y distribuye un periódico, Bandera Roja (Red Flag), con una estimación de 1,6 millones de lectores. También han iniciado un canal en YouTube con vídeos de Shii en el parlamento y relacionados para mantener el partido en movimiento.

Shii declaró que su partido está deseando trabajar en el sistema de Japón desde dentro - no cree en una revolución violenta ni en un levantamiento inmediato.

"Queremos arreglar las desigualdades sociales dentro del marco del capitalismo", afirmó. "Llevará algún tiempo la adaptación. No abogamos por un cambio repentino hacia el comunismo".

Los analistas políticos están divididos en cuanto a la dirección que están tomando los comunistas.

Tomoaki Iwai, profesor de ciencias políticas de la Universidad Nihon, piensa que la popularidad adquirida por el partido podría ser una moda pasajera.

"No veo un gran futuro al partido comunista, a pesar de su expansión actual", afirma. "No van a conseguir llegar al status necesario para la toma de decisiones en la política japonesa".

Por otra parte, Koichi Nakano, profesor de ciencias políticas de la Universidad Sophia de Tokyo, cree que el partido ofrece una importante función de equilibrio.

"Son un partido de oposición perenne, pero ese es un rol muy importante", asegura. "Su postura ideológica destaca en una escena política dominada por los conservadores, y es bueno que haya diversidad. A pesar de su presencia marginal en el parlamento, el punto de vista de los comunistas es a menudo considerado de sentido común entre el público".

Fuera del parlamento es donde el Partido Comunista está realizando sus mayores avances.

Aunque débil a nivel nacional, los comunistas ostentan más oficiales electos que ningún otro partido a causa de su fuerte presencia en asambleas locales y prefecturales, donde tienen más de 3000 escaños.

Los miembros del partido son libres de decidir cuánto tiempo dedicarle, desde simplemente votar en época de elecciones a ayudar en actividades sociales y programas para los jóvenes.

Debido a la devoción de sus miembros, el aparato de su campaña es excepcional.

Y aunque no se esperan grandes logros, los comunistas tienen en mente algunas victorias para las próximas elecciones parlamentarias - alrededor de octubre - a causa de la creciente impopularidad del Primer Ministro Taro Aso y del Partido Demócrata Liberal, con una imagen actual de desorganización e incapacidad para sacar al país de su profunda recesión económica.

Los Demócratas están acosados por escándalos internos, pero Shii se queja de que los medios se han centrado en la posible aparición de un sistema bipartito que ha creado una sobra aún más oscura, la cual su partido debe superar.

Aun con todo, los comunistas lo están haciendo bien, especialmente con los jóvenes votantes.

"Los comunistas ofrecen esperanza", sentencia Yagi, el estudiante universitario. "No sé si querría que tomasen el poder, pero creo que deberían tener la suficiente fuerza como para influir en el partido gobernante".

Asimismo, afirma que no llegó a unirse al partido porque el nombre le echó para atrás.

"Me gusta lo que está hciendo el partido", dice. "Pero la palabra 'comunismo' aún carga con un cierto estigma, como 'radical' o 'terrorista'. Yo no quiero ese tipo de comunismo. Yo no soy un radical".

gonzaloexclusive

Nos llevan años de ventaja.

D

Según el líder del Partido Comunista, "el capitalismo está condenado"

Habría que recordar a este personaje que el capitalismo no está condenado ni ha muerto ni nada por el estilo. Lo que está condenado es el liberalismo salvaje del mercado, sin ningún tipo de regulación.

Los que estamos a favor del libre mercado lo estamos con las medidas de control necesarias. Ningún sentido tiene hoy en 2009 hablar de volver al comunismo. Ni en Japón, ni en China, ni en EEUU ni en ningún lado.

Pero seguimos (y seguiremos) viviendo en un sistema capitalista, porque sencillamente no hemos encontrado nada mejor.

Yo soy partidario de reformar el capitalismo, de mejorarlo, pero para nada tirar todas sus ventajas a la basura e instaurar el comunismo real. Por tanto, voto irrelevante.

hey_jou

#3 Habría que recordar a este personaje que el capitalismo no está condenado ni ha muerto ni nada por el estilo. Lo que está condenado es el liberalismo salvaje del mercado, sin ningún tipo de regulación.

Cierto, pero al igual que la gente (como dice en el artículo) sigue asociando comunismo con 'radical' o 'terrorista', el capitalismo corre el riesgo de sufrir (si no está sufriendo ya) la misma estigmación con conceptos varios del liberalismo salvaje de mercado.

damocles

Por la misma lógica... USA se volverá comunista.

eldelshell

#5 Ni de coña. #6 La gente no asocia comunismo con 'radical' o 'terrorista' y si alguien lo hace, no hace falta ni mencionarlos en éste debate.
Las facciones políticas son como las religiones, creemos en la que haga más milagros.
Sería interesante ver cómo un Estado como el japones cambie su inclinación a un verdadero socialismo, no como el de aquí, claro.