Contundente victoria de los ingleses liderada por Cole Palmer, con dos goles y una asistencia. Bronca final con el asturiano como protagonista. odos los artículos que el periodismo mundial tenía preparados sobre la superioridad del PSG en esta temporada futbolística terminaron en la basura al descanso de la final del Mundial de clubes por culpa de Cole Palmer. El inglés hizo suyo el MetLife Stadium de Nueva Jersey y se sacudió el frío dos veces en un celebración ya icónica para los adolescentes que aman el balón.
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