Conocido bajo el seudónimo de DiegoKoi, este artista comenzó como tatuador en su natal Lamezia Terme, Italia, en donde perfeccionó su técnica con el paso de los años. Después de un tiempo y miles de tatuajes, decidió dejar la tinta para centrarse en los dibujos a lápiz, en donde se obsesionó en los ojos de mujeres y el trabajo de famoso artista japonés Katsushika Hokusai, quien le ha servido de inspiración.
Gran aporte a la historia del arte. Aunque esto ya lo consiguió la fotografía el s.XIX, pero bueno. No le quitemos la ilusión al artista. Tampoco lo confundamos con una impresora, que tiene brazos.
Comentarios
Si el titular no contuviese: "No, no son fotos", no la votaría negativo.
Pero los putos redactores se encargan de aleccionarnos con esos putos titulares de mierda, como si fuéramos subnormales.
Así que nada. No, no llegará a portada con mi voto.
Es una lástima, porque el dibujante es cojonudo. Pero la redacción del artículo da por saco.
Esta gente va a acabar con la fotografía. Y con el arte.
Gran aporte a la historia del arte. Aunque esto ya lo consiguió la fotografía el s.XIX, pero bueno. No le quitemos la ilusión al artista. Tampoco lo confundamos con una impresora, que tiene brazos.