Un niño de 11 años encontró en Australia los cadáveres de sus hermanos de 18 meses en avanzado estado de descomposición al seguir el olor a putrefacción que salía de su dormitorio. Los mellizos, una niña y un niño, llevaban al menos una semana muertos, según los forenses. La madre, de 30 años, fue arrestada y hoy comparece ante un juez en Brisbane.
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