Si algo no le falta a Carlos Soria (Ávila, 1939) es paciencia. El más veterano de los escaladores en activo representa la antítesis del montañismo marcado por el frenesí. Coronó el K2 con 65 años, el año pasado el Manaslu. Solo le quedan tres ochomiles de los catorce. Y sigue
Iba a ponerlo en "Actualidad", dados los tiempos que vivimos este "jubilado" expresa todo lo que puede dar el amor a una pasión: el alpinismo.
Ni su edad, ni las dificultades han podido con su fortaleza. De verdad, qué sanísima envidia
Pues cuidado con Juanito o puede encontrarse abandonado en un glaciar como le pasó al pobre Tololo, cuyo espectro recorre los Himalayas, hasta que el cambio climático lo haga visible de nuevo.
Comentarios
Iba a ponerlo en "Actualidad", dados los tiempos que vivimos este "jubilado" expresa todo lo que puede dar el amor a una pasión: el alpinismo.
Ni su edad, ni las dificultades han podido con su fortaleza. De verdad, qué sanísima envidia
Dos cojones como el caballo de Espartero, y todo el que haga algo de montaña sabe de lo que estamos hablando.
Los de la aseguradora tienen que estar que trinan
este tipo es un heroe
Pues cuidado con Juanito o puede encontrarse abandonado en un glaciar como le pasó al pobre Tololo, cuyo espectro recorre los Himalayas, hasta que el cambio climático lo haga visible de nuevo.