En 1635 se estrenó en Madrid ‘La vida es sueño’, la memorable obra de teatro de Calderón de la Barca. Y lo de “memorable” lo digo en sentido literal: en pocos meses aparecieron en la Villa y Corte versiones piratas manuscritas de la tragedia protagonizada por Segismundo, para espanto del dramaturgo, que veía como su obra era pasto del “top-manta” de la época. Entre el público que asistía a la representación de la obra en el Corral de la Comedia había uno o más “memoriones”, licenciados que se ganaban la vida memorizando los versos...
Comentarios
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las versiones piratas que circularon de ‘La vida es sueño’ tenían 1.500 versos, los mejores, y 100, los peores, de los escritos originalmente por Calderón. “El de la Gran Memoria” no era para tanto
Memorión = Memento.
Piratas? Repetir lo que oyes es piratear?