La estampa era tan surrealista como inquietante. Hace ya un buen puñado de décadas, a comienzos de los años 70, José Manuel Garayalde recibió en su finca de Gózquez de Abajo, en el municipio madrileño de San Martín de la Vega, la visita de de unos señores ataviados con batas blancas que se identificaron como técnicos de la Junta de Energía Nuclear, predecesora de la actual CIEMAT. Acudían hasta su huerta —le explicaron— porque estaban interesados en las coliflores que cultivaba. Tanto, de hecho, que se ofrecieron a comprarle toda la cosecha.
Comentarios
Pues eso explicaría muchas cosas de lo que sucede en esa capital tan… particular
#2 Entraba para eso ... me lo has quitado del teclado
Comentarios diciendo que ya salió en 2011 más abajo.
#1 Antigua
#1 hay otra de 2018
#1 las lágrimas viajeras en el tiempo!
#5 es cachondeo.
De hecho tú no estabas aún en meneame, así que para ti es nueva.
#8 tengo el buscador
#_1 Duplicada.
Otra que has colado a portada.
Ya se ha levantado el dormilón
😁 😁 😁 😁 😁 😁 😁
La llorera que no falte.
Las mejores hortalizas mutantes Las de Madrid. Y por cierto, ya lo predijo Los Simpson. Tomacco!!!
#6 La radiación llegó hasta las huertas del Jarama.
#14 la ironía no es lo tuyo eh
Por eso el agua de madrid es tan buena
#13 El agua potable de Madrid no viene de ese río.
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