A mediados de octubre de 1936, Madrid se preparaba para defenderse del asalto de la tropas sublevadas contra la República. En ese escenario, la actividad deportiva en Madrid se había detenido. A Brú se le ocurrió que el Madrid podía jugar la Liga Catalana después de que el 3 de octubre la Federación Española anunciara de manera oficial la suspensión de la Liga. En Cataluña el fútbol seguía vivo, su campeonato era más potente que el que se organizaba en la zona de Levante y los desplazamientos más económicos.
Comentarios
#0 Macho, menudas etiquetas te has marcado... ¿No incluyes deportes ni historia, y pones real y madrid por separado? ¿Franco y Cataluña en minúsculas, y república sin acento? ¿jugar, una etiqueta por sí sola?
Espero que el deporte jamás tenga que entender de política y fronteras, sería una gran perdida.