Gräffenberg, investigador alemán que descubrió esta zona y le da nombre, señaló también que la postura más extendida entre los humanos para realizar la penetración, la del misionero, era la menos indicada para que esta zona fuera estimula por el pene. Muchos estudiosos siguieron considerando que la postura cara a cara era exclusivamente humana y por lo tanto “antinatural” pero las últimas investigaciones con primates llamados bonobos nos han desvelado que ellos también usan la penetración cara a cara.
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