La libertad liberal presiona hasta ahogar y es verdad que,así y todo,no se priva de festejar sus gestas históricas,atribuyéndose el don de dar y quitar la vida y la palabra.Algo que no es del gusto de miles de millones de seres humanos.De ahí que sigan creciendo las controversias,cuando en verdad lo que más crece es la indignación frente a las injusticias y la burla proveniente de los poderes fácticos:preanuncio de que las cosas,por encima de los festejos de Brandeburgo,habrán de terminar peor de lo que van.Depende del cristal con que se mire
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