Hace 11 años | Por diegusss a nuriavarela.com
Publicado hace 11 años por diegusss a nuriavarela.com

Quizá parezca irrespetuoso presentar así a uno de los grandes pensadores del siglo XIX. Todo lo contrario, es un homenaje a un hombre que esperó veinte años para casarse con Harriet Taylor, la mujer que amaba y junto a la que construyó una relación de amor y respeto rebosante de pasión, cariño, complicidad y confianza entre iguales. Pero no sólo eso. Harriet Taylor y John Stuart Mill pusieron las bases de la teoría política en la que creció y se movió el sufragismo. El feminismo respeta a John Stuart Mill especialmente por su libro...

Comentarios

auroraboreal

Ojalá algún día se pueda decir que esta frase es totalmente mentira y que ninguna mujer recibe una educación así:

“Así, todas las mujeres son educadas desde su niñez en la creencia de que el ideal de su carácter es absolutamente opuesto al del hombre: se les enseña a no tener iniciativa y a no conducirse según su voluntad consciente, sino a someterse y a consentir en la voluntad de los demás. Todos los principios del buen comportamiento les dicen que el deber de la mujer es vivir para los demás; y el sentimentalismo corriente, que su naturaleza así lo requiere: debe negarse completamente a sí misma y no vivir más que para sus afectos”.

D

La actitud hacia las mujeres en el siglo XIX por parte de las diferentes corrientes políticas de la época deja mucho que desear siendo el liberalismo encabezado por Mill una excepción. En el siglo de auge del nacionalismo y el racismo la imagen "científica" de la mujer con sus "enfermedades" atribuidas como el histerismo, su "menor" capacidad intelectual por tener un cerebro más pequeño que el del hombre etc es la tónica dominante. Su papel biológico como reproductora será el tema recurrente incluso en las organizaciones feministas socialistas.