Shu Quan-Sheng, físico chino pero nacionalizado estadounidense, se declaró culpable de exportar ilegalmente datos técnicos sobre lanzamientos espaciales a China y ofrecer sobornos a los funcionarios chinos para ganar un contrato. Filtró el diseño y desarrollo de un sistema criogénico de combustible para el lanzamiento de vehículos espaciales, además de datos técnicos militares sobre el tanque de hidrógeno líquido. Mientras, China lo califica de "pura invención":
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