La famosa revista satírica El Jueves sacó hace ya algunas semanas éstas viñetas parodiando los tiempos en los que los salones recreativos estaban en su apogeo. Sin embargo yo no las había visto hasta ahora, y os las dejo porque creo que no tienen desperdicio. Doy fe de que mucho de lo que cuentan era total y absolutamente cierto...
#41:
Primos mayores vs. primos pequeños. Round one, fight!
La cosa era así: los mayores (léase catorce-dieciséis años)salían por la tarde, y no faltaba algún padre que les decía "lleváos a los pequeños, que jueguen también a los marcianitos". Entonces tu primo el mayor de todos echaba una mirada al grupo de pequeños (seis-diez años) en el que, por más inri, había una niña (yo), y podías oír en tu cabeza la música del duelo de La muerte tenía un precio, y pensabas "aquí va a correr la sangre".
De camino a las recreativas (o a las máquinas), los mayores intentaban sacársete de encima "venga, nos esperáis en el parque... si vamos a jugar al billar, no a las máquinas... yo no pienso pagarte ni una partida, el dinero es para nosotros, vosotros no sabéis jugar....", pero la golosina de entrar en los recreativos hacía que los pequeños no nos despegásemos ni con agua caliente. Finalmente, se llegaba al local, y los mayores se dirigían a las máquinas favoritas, en su caso el Double Dragon, el ya mencionado Dragon´s Lair, un arcade de lucha que NO era el Street Fighter, otro que parecía el Ghost & Goblins, y uno de los pinballs, que destacaba entre los otros cuatro porque era de ambiente árabe, y había varias bailarinas en bikini (una sólo con bragas, pero de espaldas) dibujadas en la parte superior.
Los mayores se ponían a jugar apelotonados en torno a la máquina, y los pequeños nos poníamos de puntillas y empujábamos para mirar. La mayor parte de las veces, infructuosamente, mientras el protagonista que tuviera los mandos en las manos, bailaba una especie de baile de San Vito-ataque epiléptico mientras hacía como que jugaba, inclinando todo el cuerpo a un lado y al otro, como si así fuera a mover al personaje... El resto de primos le jaleaban y se peleaban por ser el siguiente, hasta que a los pequeños se nos acababa la paciencia y empezábamos a protestar, porque queríamos jugar y no nos dejaban. Intentaban mandarnos a otra máquina, pero, por un extraño azar de la Naturaleza, daba exactamente igual que el salón estuviese vacío de gente y lleno de máquinas con rayos láser, en 3D, con movimiento, con moto, con pistolas o con sexo gratis, cocaína y diamantes.... PORQUE... si tu primo el mayor está jugando con una máquina, automáticamente, no hay nada en el mundo que mole más que esa máquina, y quieres y necesitas jugar PRECISAMENTE en ésa máquina. No me preguntéis por qué.
El caso es que, tras mucho insistir y mucho refunfuñar, te dejaban el sitio. La pantalla delante de tí, lucecitas de colores, sonido molón, y de repente, el mundo y el universo giran a tu alrededor. Eres el amo, eres el centro, eres el protagonista. Y te sale un pedazo de bestia a pegarse contigo, diciéndote cosas que no entiendes, porque está todo en inglés, pero, vamos, que se está acordando de tu madre, eso fijo. Y empiezas a pulsar todos los botones, todos, a lo loco, a toda velocidad, y tu muñeco pega unos saltos y unos patadones tremendos, y da volteretas por el aire... ni tocas al otro burro, ¡pero qué más da! Ahí estás, ejecutando una danza de la muerte, y le pegas, le pegas un solo golpe, ¡pero qué bonito! ¡Es el golpe más bonito y con más estilo que nadie ha dado jamás, y lo HE DADO YO! ¡Mírale, mírale cómo ha saltado, y su barra de vida ha disminuído... esto está chupado, le he cogido enseguida el tranquillo....! Y entonces, tu primo el mayor, que se ha estado cachondeando de tí esos benditos quince segundos que ha durado tu exhibición acrobática, te quita de un empujón diciendo "¡trae, no sabes!", y se carga al burro hipermusculado en dos segundos, pero de forma asquerosa, aburrida, sin dar saltos, sin dar nada, sólo barriéndole dos veces... ¡Él sí que no sabe jugar! ¡Además, tú ya le habías dado un golpe, prácticamente lo tenía hecho, nos ha fastidiado, así hasta mi madre...!
Los demás pequeños protestan que también quieren jugar, y los mayores se apelotonan y sólo contestan para decir que no hay más partidas, que no sabemos jugar y que es tirar el dinero. Entonces los pequeños se reúnen a deliberar. Y por unanimidad, empiezan a hacer lo que mejor han hecho los pequeños desde el principio de la Humanidad: IN-COR-DIAR.
Y las partidas se vuelven un "¿Qué es esto? Vas a perder, te va a matar... ¡vamos a animar a la máquina! ¿Puedo tocar esto? Danos para un helado.... ¡No te he empujado, es que tenías una mosca! ¿Tienes cosquillas? ¡Pantalones abajo!...", y unas ocho manos de niño tocando la máquina por todas partes y dando empujoncitos aquí y allá, bajo el lema de "o jugamos todos, o rompemos la baraja" (también conocido como "o follamos todos, o la puta al río"), hasta que los mayores pierden la partida, pierden el dinero y pierden los estribos, y se hace hora de volver a casa. Y en casa, los mayores se quejan que nos hemos portado mal, que somos unos incordios, que hemos sido unos atilas y unos tocalotodos y no les hemos dejado jugar. Y aquí, los pequeños nos indignamos, y la niña y el pequeño lloran un poquito y decimos "¡ellos no nos han dejado jugar, no hemos podido jugar ni una, y nos empujaban, y no nos dejaban miraaaaaaaaar...!". Y nunca faltaba un padre solícito que le ponía las peras al cuarto a los mayores, debería daros vergüenza, grandullones, no dejar jugar a los marcianitos a los niños, que son PARA ELLOS, que vosotros ya estáis muy grandotes para maquinitas... y como uno de ellos tenía el Donkey Kong (¡dos pantallas! ¡Uau! La tecnología ha alcanzado su cénit...) y no nos lo dejaba ni oler, su padre nos lo dejaba, y los niños nos tirábamos el resto de la tarde-noche echando partidas a eso y a la megadrive, y los mayores a recoger la mesa, que ellos ya habían jugado por la tarde.
Primos pequeños Wins. Fatality.
#11:
En la sala Bergidum de Ponferrada, vi yo mi primera navaja, apuntándome al cuello mientras un tano me pedía la pasta. Se la dí claro. Me quedé sin partidas esa tarde y de color blanco nuclear. Tendría 10 u 11 añitos.
#3:
Que grande Pedro Vera. Pocos captan como el la esencia macarra y friki de los 80 y 90
#18:
Muchos chavales no sabrán lo que es ir a los bares a jugar .
O enterarse que tal bar a cambiado el juego o que hay una máquina que tiene truco.
La gente salía más espabilada antes
#2:
Mitico el pesado de turno cada cinco segundos diciendo ¿Te la paso? ¿Te la paso?
En la sala Bergidum de Ponferrada, vi yo mi primera navaja, apuntándome al cuello mientras un tano me pedía la pasta. Se la dí claro. Me quedé sin partidas esa tarde y de color blanco nuclear. Tendría 10 u 11 añitos.
#11 ¿Esa era la de la calle ancha?ahí había la leche de jevos...también estaba los deportes, albéniz (en estas dos directamente me metía las monedas en los calcetines, a sabiendas de que Algarrobo pasaría a recaudar).
Joer, gracias a esta página he descubierto el porqué de las barras de los porteros combadas...un enigma más de mi infancia resuelto!
Primos mayores vs. primos pequeños. Round one, fight!
La cosa era así: los mayores (léase catorce-dieciséis años)salían por la tarde, y no faltaba algún padre que les decía "lleváos a los pequeños, que jueguen también a los marcianitos". Entonces tu primo el mayor de todos echaba una mirada al grupo de pequeños (seis-diez años) en el que, por más inri, había una niña (yo), y podías oír en tu cabeza la música del duelo de La muerte tenía un precio, y pensabas "aquí va a correr la sangre".
De camino a las recreativas (o a las máquinas), los mayores intentaban sacársete de encima "venga, nos esperáis en el parque... si vamos a jugar al billar, no a las máquinas... yo no pienso pagarte ni una partida, el dinero es para nosotros, vosotros no sabéis jugar....", pero la golosina de entrar en los recreativos hacía que los pequeños no nos despegásemos ni con agua caliente. Finalmente, se llegaba al local, y los mayores se dirigían a las máquinas favoritas, en su caso el Double Dragon, el ya mencionado Dragon´s Lair, un arcade de lucha que NO era el Street Fighter, otro que parecía el Ghost & Goblins, y uno de los pinballs, que destacaba entre los otros cuatro porque era de ambiente árabe, y había varias bailarinas en bikini (una sólo con bragas, pero de espaldas) dibujadas en la parte superior.
Los mayores se ponían a jugar apelotonados en torno a la máquina, y los pequeños nos poníamos de puntillas y empujábamos para mirar. La mayor parte de las veces, infructuosamente, mientras el protagonista que tuviera los mandos en las manos, bailaba una especie de baile de San Vito-ataque epiléptico mientras hacía como que jugaba, inclinando todo el cuerpo a un lado y al otro, como si así fuera a mover al personaje... El resto de primos le jaleaban y se peleaban por ser el siguiente, hasta que a los pequeños se nos acababa la paciencia y empezábamos a protestar, porque queríamos jugar y no nos dejaban. Intentaban mandarnos a otra máquina, pero, por un extraño azar de la Naturaleza, daba exactamente igual que el salón estuviese vacío de gente y lleno de máquinas con rayos láser, en 3D, con movimiento, con moto, con pistolas o con sexo gratis, cocaína y diamantes.... PORQUE... si tu primo el mayor está jugando con una máquina, automáticamente, no hay nada en el mundo que mole más que esa máquina, y quieres y necesitas jugar PRECISAMENTE en ésa máquina. No me preguntéis por qué.
El caso es que, tras mucho insistir y mucho refunfuñar, te dejaban el sitio. La pantalla delante de tí, lucecitas de colores, sonido molón, y de repente, el mundo y el universo giran a tu alrededor. Eres el amo, eres el centro, eres el protagonista. Y te sale un pedazo de bestia a pegarse contigo, diciéndote cosas que no entiendes, porque está todo en inglés, pero, vamos, que se está acordando de tu madre, eso fijo. Y empiezas a pulsar todos los botones, todos, a lo loco, a toda velocidad, y tu muñeco pega unos saltos y unos patadones tremendos, y da volteretas por el aire... ni tocas al otro burro, ¡pero qué más da! Ahí estás, ejecutando una danza de la muerte, y le pegas, le pegas un solo golpe, ¡pero qué bonito! ¡Es el golpe más bonito y con más estilo que nadie ha dado jamás, y lo HE DADO YO! ¡Mírale, mírale cómo ha saltado, y su barra de vida ha disminuído... esto está chupado, le he cogido enseguida el tranquillo....! Y entonces, tu primo el mayor, que se ha estado cachondeando de tí esos benditos quince segundos que ha durado tu exhibición acrobática, te quita de un empujón diciendo "¡trae, no sabes!", y se carga al burro hipermusculado en dos segundos, pero de forma asquerosa, aburrida, sin dar saltos, sin dar nada, sólo barriéndole dos veces... ¡Él sí que no sabe jugar! ¡Además, tú ya le habías dado un golpe, prácticamente lo tenía hecho, nos ha fastidiado, así hasta mi madre...!
Los demás pequeños protestan que también quieren jugar, y los mayores se apelotonan y sólo contestan para decir que no hay más partidas, que no sabemos jugar y que es tirar el dinero. Entonces los pequeños se reúnen a deliberar. Y por unanimidad, empiezan a hacer lo que mejor han hecho los pequeños desde el principio de la Humanidad: IN-COR-DIAR.
Y las partidas se vuelven un "¿Qué es esto? Vas a perder, te va a matar... ¡vamos a animar a la máquina! ¿Puedo tocar esto? Danos para un helado.... ¡No te he empujado, es que tenías una mosca! ¿Tienes cosquillas? ¡Pantalones abajo!...", y unas ocho manos de niño tocando la máquina por todas partes y dando empujoncitos aquí y allá, bajo el lema de "o jugamos todos, o rompemos la baraja" (también conocido como "o follamos todos, o la puta al río"), hasta que los mayores pierden la partida, pierden el dinero y pierden los estribos, y se hace hora de volver a casa. Y en casa, los mayores se quejan que nos hemos portado mal, que somos unos incordios, que hemos sido unos atilas y unos tocalotodos y no les hemos dejado jugar. Y aquí, los pequeños nos indignamos, y la niña y el pequeño lloran un poquito y decimos "¡ellos no nos han dejado jugar, no hemos podido jugar ni una, y nos empujaban, y no nos dejaban miraaaaaaaaar...!". Y nunca faltaba un padre solícito que le ponía las peras al cuarto a los mayores, debería daros vergüenza, grandullones, no dejar jugar a los marcianitos a los niños, que son PARA ELLOS, que vosotros ya estáis muy grandotes para maquinitas... y como uno de ellos tenía el Donkey Kong (¡dos pantallas! ¡Uau! La tecnología ha alcanzado su cénit...) y no nos lo dejaba ni oler, su padre nos lo dejaba, y los niños nos tirábamos el resto de la tarde-noche echando partidas a eso y a la megadrive, y los mayores a recoger la mesa, que ellos ya habían jugado por la tarde.
#8 ¿Viejuno?
Lo del magiclick era tecnología punta.
En el Pinball: Hacer un agujerito en el contador de partidas con un alfiler al rojo para que al pulsar partida nueva no corriera la ruleta de partidas. Eso sí, se podía hacer en los bares, en los recreativos "el jefe" se lo sabía. http://www.pinrescue.com/gallery.html
Joder, me acuerdo de unos recreativos en la calle Fuencarral (por tribunal, ahora es una tienda de ropa para variar) que entre marcarras y yonkis daba miedo entrar. Eso si, eran auténticos fieras que con un par de monedas se tiraban toda la tarde. Me acuerdo de las hostias que metían a la palanca jugando al dragon´s lair. Del espectacular juego de motos Hang On (redescubierto años después en la Megadrive) y el Pounch Out, máquina que debían tener en todos los recreativos de España (sobre todo en la costa). Lo mejor era cuando ibas a la playa de vacaciones y descubrias que allí costaba 5 duros la partida mientras en Madrid te cobrarban el doble.
#30 Un truño de mucho cuidado, ni siquiera le llamaría juego, una secuencia de dibujos animados con una secuencia fija de acciones que memorizar para que continuara.
Por cierto ¿se acuerda alguien del nombre de un arcade que iban una especie de pajaros locos (como los de los dibujos animados) que lanzaban bombas y pegaban puñetazos haciendo el molinete?
Las recreativas era como la mili pero para niños, alli te ponias fuerte de correr delante de los gitanillos que te querian robar el dinero de tu tarde de diversion, y aprendias estrategia militar avanzada para ser el siguiente en la cola de la makinita famosa de turno. Y lo mejor era la cantidad de amigos que conocias alli, para luego en los botellones de la epoca te invitaran a una cerveza jeje
#10 jaja, lo de "déjame un tanque" es buenísimo. Hacía años que no lo escuchaba o leía!!!
Y luego estaba el típico kinki (dos años mayor que tú) que se "ofrecía" para echarte la magia del Shinobi o del Golden Axe cuando a él le daba la gana.
Aún recuerdo cuando aparecían los gitanos y mientras estabas jugando te daban una buena colleja, mirabas hacía atrás y cuando te querías dar cuenta ya te habían quitado la máquina.
Alguna maquinita tenía el interruptor de configuración en la parte de arriba, le accionabas y ponias el modo FREE o la típica moneda de 5 duros atada con un hilo de naylon.
Yo pillé el final de esa época, siendo el rey indiscutible en mi pueblo el Cadillacs & Dinosaurs ("la del negro", "la del Mustafá"...)
Antes había jugado en bares cuando salía con mis padres, porque el salón de juegos era totalmente imposible, con la fauna que había por allí. Ya lo intenté una o dos veces y salí escaldado
Y los piques del futbolín:
-has arrastrado
-con la cabeza vale dos
-con el portero vale dos
-no vale molinillo
-y lo de agarrar las bola con las piernas del defensa para sacar.
Recuerdo los futbolines de siempre, los verdes, los que el suelo hacia curva y los recuerdo enormes de grandes, jeje. Enfrente del instituto...
Jo, qué recuerdos, aunque yo pillé ya los último coletazos. Pero ese ambiente cargado de humo, el esperar para mi máquina preferida, los futbolines y las ostias para hacer tiros con parabólica (no sé si mejor llamarlos centros con efecto) sin doblar nada*... Era de lo mejor
*Bastaba con que el futbolín tuviera "rodapies" (un lateral sobresaliente) dentro del campo. Con un gesto seco, y la barra ligeramente girada, pegabas un talegazo contra el lateral y pillabas la bola entre éste y un defensa. Si lo hacías, la bola salía disparada hacia delante, por encima de las barras y en dirección al lado contrario del futbolín. Lo máximo ya era que al caer lo hiciera delante de un delantero y rematar a puerta.
Comentarios
Que grande Pedro Vera. Pocos captan como el la esencia macarra y friki de los 80 y 90
#3 Efectivamente
En la sala Bergidum de Ponferrada, vi yo mi primera navaja, apuntándome al cuello mientras un tano me pedía la pasta. Se la dí claro. Me quedé sin partidas esa tarde y de color blanco nuclear. Tendría 10 u 11 añitos.
#11 Ya te digo, al final te tenias que hacer amigo de alguno, si o si, eso era integración y no lo de ahora,
#11 ¿Esa era la de la calle ancha?ahí había la leche de jevos...también estaba los deportes, albéniz (en estas dos directamente me metía las monedas en los calcetines, a sabiendas de que Algarrobo pasaría a recaudar).
Joer, gracias a esta página he descubierto el porqué de las barras de los porteros combadas...un enigma más de mi infancia resuelto!
#19 La misma
Primos mayores vs. primos pequeños. Round one, fight!
La cosa era así: los mayores (léase catorce-dieciséis años)salían por la tarde, y no faltaba algún padre que les decía "lleváos a los pequeños, que jueguen también a los marcianitos". Entonces tu primo el mayor de todos echaba una mirada al grupo de pequeños (seis-diez años) en el que, por más inri, había una niña (yo), y podías oír en tu cabeza la música del duelo de La muerte tenía un precio, y pensabas "aquí va a correr la sangre".
De camino a las recreativas (o a las máquinas), los mayores intentaban sacársete de encima "venga, nos esperáis en el parque... si vamos a jugar al billar, no a las máquinas... yo no pienso pagarte ni una partida, el dinero es para nosotros, vosotros no sabéis jugar....", pero la golosina de entrar en los recreativos hacía que los pequeños no nos despegásemos ni con agua caliente. Finalmente, se llegaba al local, y los mayores se dirigían a las máquinas favoritas, en su caso el Double Dragon, el ya mencionado Dragon´s Lair, un arcade de lucha que NO era el Street Fighter, otro que parecía el Ghost & Goblins, y uno de los pinballs, que destacaba entre los otros cuatro porque era de ambiente árabe, y había varias bailarinas en bikini (una sólo con bragas, pero de espaldas) dibujadas en la parte superior.
Los mayores se ponían a jugar apelotonados en torno a la máquina, y los pequeños nos poníamos de puntillas y empujábamos para mirar. La mayor parte de las veces, infructuosamente, mientras el protagonista que tuviera los mandos en las manos, bailaba una especie de baile de San Vito-ataque epiléptico mientras hacía como que jugaba, inclinando todo el cuerpo a un lado y al otro, como si así fuera a mover al personaje... El resto de primos le jaleaban y se peleaban por ser el siguiente, hasta que a los pequeños se nos acababa la paciencia y empezábamos a protestar, porque queríamos jugar y no nos dejaban. Intentaban mandarnos a otra máquina, pero, por un extraño azar de la Naturaleza, daba exactamente igual que el salón estuviese vacío de gente y lleno de máquinas con rayos láser, en 3D, con movimiento, con moto, con pistolas o con sexo gratis, cocaína y diamantes.... PORQUE... si tu primo el mayor está jugando con una máquina, automáticamente, no hay nada en el mundo que mole más que esa máquina, y quieres y necesitas jugar PRECISAMENTE en ésa máquina. No me preguntéis por qué.
El caso es que, tras mucho insistir y mucho refunfuñar, te dejaban el sitio. La pantalla delante de tí, lucecitas de colores, sonido molón, y de repente, el mundo y el universo giran a tu alrededor. Eres el amo, eres el centro, eres el protagonista. Y te sale un pedazo de bestia a pegarse contigo, diciéndote cosas que no entiendes, porque está todo en inglés, pero, vamos, que se está acordando de tu madre, eso fijo. Y empiezas a pulsar todos los botones, todos, a lo loco, a toda velocidad, y tu muñeco pega unos saltos y unos patadones tremendos, y da volteretas por el aire... ni tocas al otro burro, ¡pero qué más da! Ahí estás, ejecutando una danza de la muerte, y le pegas, le pegas un solo golpe, ¡pero qué bonito! ¡Es el golpe más bonito y con más estilo que nadie ha dado jamás, y lo HE DADO YO! ¡Mírale, mírale cómo ha saltado, y su barra de vida ha disminuído... esto está chupado, le he cogido enseguida el tranquillo....! Y entonces, tu primo el mayor, que se ha estado cachondeando de tí esos benditos quince segundos que ha durado tu exhibición acrobática, te quita de un empujón diciendo "¡trae, no sabes!", y se carga al burro hipermusculado en dos segundos, pero de forma asquerosa, aburrida, sin dar saltos, sin dar nada, sólo barriéndole dos veces... ¡Él sí que no sabe jugar! ¡Además, tú ya le habías dado un golpe, prácticamente lo tenía hecho, nos ha fastidiado, así hasta mi madre...!
Los demás pequeños protestan que también quieren jugar, y los mayores se apelotonan y sólo contestan para decir que no hay más partidas, que no sabemos jugar y que es tirar el dinero. Entonces los pequeños se reúnen a deliberar. Y por unanimidad, empiezan a hacer lo que mejor han hecho los pequeños desde el principio de la Humanidad: IN-COR-DIAR.
Y las partidas se vuelven un "¿Qué es esto? Vas a perder, te va a matar... ¡vamos a animar a la máquina! ¿Puedo tocar esto? Danos para un helado.... ¡No te he empujado, es que tenías una mosca! ¿Tienes cosquillas? ¡Pantalones abajo!...", y unas ocho manos de niño tocando la máquina por todas partes y dando empujoncitos aquí y allá, bajo el lema de "o jugamos todos, o rompemos la baraja" (también conocido como "o follamos todos, o la puta al río"), hasta que los mayores pierden la partida, pierden el dinero y pierden los estribos, y se hace hora de volver a casa. Y en casa, los mayores se quejan que nos hemos portado mal, que somos unos incordios, que hemos sido unos atilas y unos tocalotodos y no les hemos dejado jugar. Y aquí, los pequeños nos indignamos, y la niña y el pequeño lloran un poquito y decimos "¡ellos no nos han dejado jugar, no hemos podido jugar ni una, y nos empujaban, y no nos dejaban miraaaaaaaaar...!". Y nunca faltaba un padre solícito que le ponía las peras al cuarto a los mayores, debería daros vergüenza, grandullones, no dejar jugar a los marcianitos a los niños, que son PARA ELLOS, que vosotros ya estáis muy grandotes para maquinitas... y como uno de ellos tenía el Donkey Kong (¡dos pantallas! ¡Uau! La tecnología ha alcanzado su cénit...) y no nos lo dejaba ni oler, su padre nos lo dejaba, y los niños nos tirábamos el resto de la tarde-noche echando partidas a eso y a la megadrive, y los mayores a recoger la mesa, que ellos ya habían jugado por la tarde.
Primos pequeños Wins. Fatality.
#41 Solo por el esfuerzo de escribir el tochaco te mereces un positivo.
Mitico el pesado de turno cada cinco segundos diciendo ¿Te la paso? ¿Te la paso?
Muchos chavales no sabrán lo que es ir a los bares a jugar .
O enterarse que tal bar a cambiado el juego o que hay una máquina que tiene truco.
La gente salía más espabilada antes
Pedro Vera es un crack.
Me ha matado lo de "no has vivido si un gitano no te ha mordido el brazo y se ha ido corriendo porque le has ganado al Street Fighter"
Las chicas (alguna había, y si era tu hermana = seguro de vida)
¡Qué bien se lo saben!
#13 Mi hermana era mi seguro, cuanta razón
Genial, pero los que lo hemos vivido, ya somos mayorcitos eh?, Puto Ghost & Goblins,
#9 Conocido como el sacacuartos de los infinitos continues...
y las monedas trucadas o el truco del mechero para sacar partidas... joder que viejuno me siento.
#8 yo sacaba partidas con monedas de peseta,¿Alguien más de por aquí conocía esto?
#8 ¿Viejuno?
Lo del magiclick era tecnología punta.
En el Pinball: Hacer un agujerito en el contador de partidas con un alfiler al rojo para que al pulsar partida nueva no corriera la ruleta de partidas. Eso sí, se podía hacer en los bares, en los recreativos "el jefe" se lo sabía.
http://www.pinrescue.com/gallery.html
Que bueno, que recuerdos.
Lo chungo era cuando el personaje de "¿te lo paso?" era al mismo tiempo el macarra de la sala. Te tocaba dejarle jugar por huevos...
Un apunte: Las chicas, si había alguna y jugaba a algo o era el Tetris o era el Pang. No hay más.
Y el Gals Panic era más conocido "La Araña"
#26 Yo jugaba al Tetris (y al Pac Man) pero mi prima, tres años menor, se pegaba sus buenas viciadas al Street Fighter y al Ghost and Goblings.
Al Gals Panic jugábamos todas... Creo recordar que no había ningún mozo en bolas y eso cabreaba lo suyo.
#26 Bueno, bueno, no tienes ni idea. Eramos pocas, sí, pero no todas jugábamos al Tetris o al Pang.
Bff y cuando entrabas y el tufo de la peña te tiraba para atrás. Recuerdos tengo yo del Golden Axe no deje dinero ni nada en esa maquinita.
No está mal,
buena fusiladabuen resumen gráfico del podcast de Viruete sobre el mundo de las recreativas que recomiendo a todo el que le haya gustado esta tira. http://www.viruete.com/podcast-las-recreativas-y-sus-circunstanciasBarbasblancas...meneame este lleno de barbasblancas... vi a dar un repaso al MAME
Saludos
En la calle Fuencarral de Madrid había un montón de recreativos.
Ahora solo tiendas de ropa
Joder, me acuerdo de unos recreativos en la calle Fuencarral (por tribunal, ahora es una tienda de ropa para variar) que entre marcarras y yonkis daba miedo entrar. Eso si, eran auténticos fieras que con un par de monedas se tiraban toda la tarde. Me acuerdo de las hostias que metían a la palanca jugando al dragon´s lair. Del espectacular juego de motos Hang On (redescubierto años después en la Megadrive) y el Pounch Out, máquina que debían tener en todos los recreativos de España (sobre todo en la costa). Lo mejor era cuando ibas a la playa de vacaciones y descubrias que allí costaba 5 duros la partida mientras en Madrid te cobrarban el doble.
#22 Te me adelantaste
#24
Cierto ...ahí vi por primera vez el Dragon's Lair y para mi fue un choque: me parecía insuperable.
#30 Un truño de mucho cuidado, ni siquiera le llamaría juego, una secuencia de dibujos animados con una secuencia fija de acciones que memorizar para que continuara.
Por cierto ¿se acuerda alguien del nombre de un arcade que iban una especie de pajaros locos (como los de los dibujos animados) que lanzaban bombas y pegaban puñetazos haciendo el molinete?
#54 ¿dynamite dux?
#56 Justo, ese, muchas gracias... llevaba tiempo tratando de acordarme.
O la excusa falsa de "La maquina se ha tragado los cinco pavos y no ma dao la partida". -"A tomar por culo ya xaval"...
Yo agarré un vicio tremendo al 1943 y al Willow.
Las recreativas era como la mili pero para niños, alli te ponias fuerte de correr delante de los gitanillos que te querian robar el dinero de tu tarde de diversion, y aprendias estrategia militar avanzada para ser el siguiente en la cola de la makinita famosa de turno. Y lo mejor era la cantidad de amigos que conocias alli, para luego en los botellones de la epoca te invitaran a una cerveza jeje
En pocas viñetas ha concentrado lo principal de "los billares". Faltan cosas, pero el repaso es bueno.
Meneo.
"¡Déjame un tanque!" Hace tiempo que no escucho eso... ¡pero mucho!
Me han saltado las lágrimas.
#10 jaja, lo de "déjame un tanque" es buenísimo. Hacía años que no lo escuchaba o leía!!!
Y luego estaba el típico kinki (dos años mayor que tú) que se "ofrecía" para echarte la magia del Shinobi o del Golden Axe cuando a él le daba la gana.
Tengo prisa paso de postear:
AAA .......... 1213213 puntos.
Esto es CULTURA y lo demás son TONTERIAS!!!!
Eso si falta el tontito que te quemaba el culo con el mechero cuando ibas a quitarle el record.
Aún recuerdo cuando aparecían los gitanos y mientras estabas jugando te daban una buena colleja, mirabas hacía atrás y cuando te querías dar cuenta ya te habían quitado la máquina.
Alguna maquinita tenía el interruptor de configuración en la parte de arriba, le accionabas y ponias el modo FREE o la típica moneda de 5 duros atada con un hilo de naylon.
Déjame un tanque!!! Creo que somos del mismo barrio
Yo pillé el final de esa época, siendo el rey indiscutible en mi pueblo el Cadillacs & Dinosaurs ("la del negro", "la del Mustafá"...)
Antes había jugado en bares cuando salía con mis padres, porque el salón de juegos era totalmente imposible, con la fauna que había por allí. Ya lo intenté una o dos veces y salí escaldado
Vaya vicios al Gryzor, al Final Fight, al Double Dragon, al Shinobi, al Dragon Ninja, al Cabal y al Robocop.
Y los piques del futbolín:
-has arrastrado
-con la cabeza vale dos
-con el portero vale dos
-no vale molinillo
-y lo de agarrar las bola con las piernas del defensa para sacar.
Recuerdo los futbolines de siempre, los verdes, los que el suelo hacia curva y los recuerdo enormes de grandes, jeje. Enfrente del instituto...
Pilar Puta
Relacionada: ¿Qué pasó con los viejos salones recreativos?
¿Qué pasó con los viejos salones recreativos?
cookingideas.esY luego llegó Neo Geo, menudo cambio del Street fighter de Capcom, al Tekken.
En el futbolín, hacer como que cascabas un huevo con la bola
Ay, qué tiempos!
PILAR PUTA!
Para rematar la nostalgia si alguien no lo ha visto Creci en los 80 (el reno renardo)
(El link me lo pasó capitan_nemo), seamos justos.
Entrar en una de estas salas y esta intro apareciendo en alguna maquinita en el fondo
Mola leerse tambien el link del lateral:
http://www.pixfans.com/la-fauna-que-habitaba-los-salones-recreativos/
Jo, qué recuerdos, aunque yo pillé ya los último coletazos. Pero ese ambiente cargado de humo, el esperar para mi máquina preferida, los futbolines y las ostias para hacer tiros con parabólica (no sé si mejor llamarlos centros con efecto) sin doblar nada*... Era de lo mejor
*Bastaba con que el futbolín tuviera "rodapies" (un lateral sobresaliente) dentro del campo. Con un gesto seco, y la barra ligeramente girada, pegabas un talegazo contra el lateral y pillabas la bola entre éste y un defensa. Si lo hacías, la bola salía disparada hacia delante, por encima de las barras y en dirección al lado contrario del futbolín. Lo máximo ya era que al caer lo hiciera delante de un delantero y rematar a puerta.
Envidia os tengo a los que habeis vivido esa época de las recreativas!!!
no echaba yo horas jugando al ping pong, nos juntábamos 4 o 5 amigos y el que perdia pagaba, je,je,...buenos ratos..
Vaya recuerdos. A mí, la época antigua me pilló muy pequeño. Pero cuántos Metal Slug, cuántos Time Crisis!!!
Fusiladísimo de Viruete... hasta los mismos chistes
Clavado
sobre todo el futbolin, el subnormal haciendo parabolas con el portero,, la sierra, y el miron que comenta "no vale hacer cambio"
TREMENDO
Yo la primera que recuerdo era "Green Beret", pero la que más me gustaba era "Cabal":
exo s ke eran buenos