Todo se diluye a nuestro alrededor. Cualquiera diría que la "modernidad líquida" que vislumbró Zygmunt Bauman se ha convertido en un torrente que todo lo arrastra. No va quedando nada sólido a lo que agarrarse. Y lo que es peor: cualquiera diría que hemos pasado de la fase "ultralíquida" a la gaseosa. Todo se está haciendo cada vez más etéreo. "Lo que ocurre es que no tenemos un destino claro hacia el que movernos", certifica el sociólogo y pensador polaco, que sigue trotando infatigablemente por el mundo a sus 87 años. "Deberíamos tener un
Comentarios
Uno de mierda. Siguiente pregunta.
#1 Me parece un análisis un poco superficial. ¿Has leído el artículo? Puesto que es lo suficientemente interesante con algunas de las ideas que aporta.
PD: Luego me haces un resumen, que no me lo he leído.
#3 Sí, me lo he leído. Y la pregunta la deja en el aire, como reflexión para el lector. El artículo es interesante, habla principalmente de la ausencia de un modelo global de sociedad y de cómo nos dedicamos a saltar de un sitio a otro intentando apagar los fuegos que se encienden cada día, en vez de intentar construir algo que dure, siendo cortoplacistas y sin dar un futuro claro a los jóvenes que vienen por detrás.
Mi respuesta a su pregunta es esa: un futuro de mierda. Eso es lo que estamos construyendo. Una gran y enorme bola de basura infecta que terminar por arrollar eso que se ha llamado "primer mundo".
#0 gran "subida".No creo que llegue a ningún sitio, pero se lee estupendamente. Gracias por hacerme leer algo fuera de la mediocridad habitual
Uno muy moderno, con nazis y todo.
Futu... ¿qué?